Una ciudadana sueca ha sido acusada de almacenar huesos humanos en su casa que utilizaba para prácticas sexuales, según anunció la fiscalía. La mujer, de 37 años y sin empleo, conservaba en su apartamento en Gotemburgo al menos seis cráneos, una columna vertebral y «gran número de otros huesos», según el acta de inculpación.
De acuerdo a un periódico local, la mujer había reconstituido un esqueleto en el suelo de su apartamento. Arrestada en septiembre, fue procesada en virtud de una ley que castiga con una pena de dos años de prisión las «violaciones de reposo de los muertos».
Los documentos del expediente incluyen dos cedés titulados Mi necrofilia y Mi primera experiencia, cuyos contenidos no han sido revelados por la justicia.
La mujer admitió que poseía esos huesos por interés histórico y arqueológico, pero cuestionó los motivos de la instrucción. Según el diario Göteborgs-Posten, la acusada había reivindicado en un foro en Internet su derecho de vivir con un esqueleto. «Deseo a un hombre como es, ya sea vivo o muerto. Me permite encontrar la felicidad sexual paralelamente».
La mujer dijo que tenía un novio cuando escribió estas líneas. Un examen psiquiátrico preliminar concluyó que la mujer es responsable jurídicamente.
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