La Xunta de Galicia ha constatado la presencia de distintas poblaciones de mejillón y topo de río en la cuenca del Ulla tras realizar un estudio en esta zona con el fin de garantizar la conservación de estas especies. Así lo manifestó ayer el director xeral de Conservación da Natureza, Ricargo García-Borregón, en una jornada de trabajo del plan Margal Ulla. Financiado con Fondos Life+ Naturaleza y Biodiversidad, el proyecto trata de contribuir a la mejora del estado de conservación del mejillón de río (Margaritifera margaritifera) y del topo de río (Galemys pyrenaicus) en Galicia, empezando por las poblaciones del Ulla.
Los resultados del inventario de la especie confirmaron la presencia de mejillón en ocho de los ríos de la cuenca, aunque las colonias más extensas y con mayores densidades se localizan solamente en algunos tramos de los ríos Arnego y Alto Ulla. En la subcuenca del Deza los ejemplares se encuentran aislados y dispersos a lo largo del cauce.
Para la realización de los muestreos se visitaron más de mil tramos fluviales. Las condiciones del Ulla a partir de la presa de Portodemouros hicieron necesaria la utilización de un equipo de buceo con escafandra autónoma. Los buceadores recorrieron más de 45 kilómetros de río en este tramo, encontrando escasos ejemplares de mejillón, generalmente aislados. En la cuenca baja se localizaron colonias de otras especies de moluscos bivalvos amenazados, como Unio delphinus y Potomida littoralis, así como una extensa colonia de la especie invasora Corbicula fluminea, que supone una grave amenaza para esta y otras especies.
Por otro lado, la variabilidad genética de la especie es muy baja, mientras que la diversidad muestra importantes diferencias entre subcuencas.La situación puede explicarse por el aislamiento causado por la fragmentación del medio y la pérdida de calidad de los cursos, acentuado por el hecho de que las hembras pueden funcionar como hermafroditas alternativos cuando la densidad poblacional alcanza niveles críticos. La especie será cultivada en la piscifactoría de O Veral (Lugo), de donde saldrán, en abril, las primeras semillas para reforzar su mermada población.
El estudio para inventariar el topo en la cuenca del Ulla se baseó en la realización de trampeos mediante nasas especiales. Los esfuerzos realizados para detectar su presencia mediante capturas dieron pocos resultados. De modo complementario, se aplicó una segunda técnica: El estudio de la presencia de restos de la especie en excrementos de nutria y visón americano, de los que el topo es presa ocasional. En este caso, los resultados permitieron hallar trazas de topo en diez ríos de la cuenca.
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