Juan Miguel Pazos no podía esperar mejor regalo de Reyes, aunque llegase con retraso. El lunes salió a practicar pesca submarina y se encontró con el congrio de la imagen en el flotador de una batea en A Illa. Pesaba unos 50 kilos y medía más de dos metros, por lo que precisó una hora y tres disparos de arpón para reducirlo.
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