La toxina avanza en la ría de Pontevedra y ya obliga a cerrar las más de 130 bateas de Bueu

Bateeiros de Bueu amarrados ayer al puerto de la localidad

El miércoles era sólo uno de los polígonos mejilloneros, pero al final de la semana la toxina DSP o diarreica ya afectaba a todos los parques bateeiros de Bueu. Los resultados de las últimas analíticas obligaron al Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) a decretar el cierre de los tres polígonos mejilloneros de la localidad de O Morrazo, que suman más de 130 bateas. La situación afecta también a otras tres zonas de las ría de Pontevedra, los parques Portonovo A, B y C, también cerrados desde mediados de semana por culpa del primer episodio de marea roja de 2013.

Hasta la fecha la ría pontevedresa es la única de Galicia que ha recibido la visita de la toxina DSP, algo que ya se intuía desde hace casi dos semanas. "Los muestreos del martes anterior (5 de marzo) ya indicaban que había un aumento y esta semana se confirmó", explican algunos bateeiros de Bueu. El litoral buenense cuenta con tres zonas de bateas: Bueu A1 y Bueu A2, que se emplazan entre Agrelo y Lapamán y que entre ambas suman unos 110 viveros flotantes; y el Bueu B, situado en Beluso y de un tamaño más reducido (menos de 30 bateas). De momento en la ría de Pontevedra sólo se salva Aldán, donde sus dos polígonos bateeiros, Cangas A y B, que suman 100 bateas siguen abiertos. No obstante, en el primero de ellos ya se detectó también un aumento de la DSP y no serían descartables cierres en los próximos días.

Los profesionales de la ría pontevedresa ya están acostumbrados a que esta sea la primera zona de Galicia en la que la toxina se deje notar, donde además suele permanecer. Mañana martes están previstas nuevas analíticas que podrían indicar cuál puede ser la evolución de la merea roja en las próximas fechas. La presencia de este fenómeno a inicios de la primavera es habitual y es algo con lo que los bateeiros ya cuentan. "Suele aparecer cuando llega el viento del sur y entra agua caliente en la plataforma de la ría. Esa corriente hace que suba la temperatura del agua y esas algas o fitoplacton se reproducen con más facilidad", explican algunos profesionales del sector. Frente a esto lo que se espera son vientos de componente norte, que sirven para renovar las corrientes de la ría y para bajar la temperatura del agua. Sin embargo, las previsiones meteorológicas para los próximos días no parece que sean muy favorables. "Pero nunca se sabe. Esto no es matemático y ya estamos acostumbrados a estos cambios", apuntan resignados.