El sector viene anunciando en los últimos años escasez de sardina y lo cierto es que las capturas realizadas en lo que va de año no son buenas. De hecho, son las peores de la última década. La falta de oferta, sin embargo, provocó que el precio medio en las lonjas gallegas -1,39 euros por kilo- entre enero y mayo sea el más alto de los últimos 10 años, según datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.
Las subastas de sardina en los cinco primeros meses del año cayeron un 73% en Galicia en relación con el ejercicio en que más producto llegó a los centros de primera venta, 2006. Entonces se comercializaron más de 5.800 toneladas, frente a las 1.546 sacadas al mercado entre enero y mayo de 2013.
Pero no hace falta ir muchos años atrás para corroborar el descenso en las capturas de este recurso. En comparación con los cinco primeros meses del año pasado, cuando las lonjas gallegas vendieron 2.594 toneladas de sardina, la caída fue del 40%.
La cotización, sin embargo, marcó entre enero y mayo de 2013 los mayores niveles de la década, al alcanzar los 1,39 euros el kilo, lo que supone un aumento de 30 céntimos sobre el año pasado, cuando quedó en 1,08 euros. A pesar de todo, la recaudación está entre las más bajas de los últimos años -solo superada por 2009 y 2011-, al alcanzar en los cinco primeros meses del ejercicio 2,1 millones de euros, cuando la media de la década supera los 2,3 millones.
Por puertos, el de Portosín fue el que más producto comercializó en lo que va de año, casi 500 toneladas. Muy de lejos le siguen A Coruña (212 toneladas) y Celeiro (173 toneladas). El puerto de Burela por su parte, ocupa el cuarto puesto, tras vender en los cinco primeros meses del año casi 112 toneladas de sardina. Vigo aparece a continuación con 112 toneladas.
Ahora los cerqueros gallegos se preparan para la época del año en que la sardina alcanza las mejores cotizaciones en los centros de primera venta ante el aumento de la demanda para degustarla en la víspera de San Juan Los datos auguran, de nuevo, una escasez del recurso, lo que de traducirá en un gran aumento de los precios en fechas próximas a la festividad. El año pasado el pescado alcanzó su precio récord el día 23 de junio, cuando se comercializó por 11,57 euros de media por kilo en lonja. La escasez de sardina en los primeros meses del año sirve de referencia para saber lo que puede ocurrir la próxima semana pero entre enero y mayo, sin embargo, la mayoría de las capturas se destina a las fábricas, no al consumo humano, para producir harinas de pescado.
La próxima semana los científicos encargados de evaluar el estado de la pesquería de sardina en la costa
atlántica ibérica y cantábrica entregarán sus conclusiones de este año al ICES -Consejo Internacional para la Exploración del Mar, por sus siglas en inglés-, a partir de los datos de las capturas registrados en 2012, a los que se suman los de la campaña de evaluación del recurso realizada el pasado mes de marzo. Aun a falta de que se concreten todos los datos, se analicen y valoren, la "impresión" avanzada por Isabel Riveiro, investigadora del centro vigués de Instituto Español de Oceanografía (IEO) e integrante del grupo de estudio de sardina del ICES, es que "no hay mucha mejora" con respecto a los registros del año pasado", que ya situaban al recurso en los niveles mínimos de la serie histórica, iniciada en 1940.
En concreto, hace un año el informe científico recogió capturas por algo más de 80.000 toneladas en 2011 entre las flotas española y portuguesa, que reflejaban un descenso del capturas del 10% respecto al anterior, lo que llevó a los científicos a recomendar un límite de 55.000 toneladas, es decir, reducirlas en un 30%. Y este año, precisó Riveiro a este diario, salvo sorpresas "todo parece indicar que las cosas no han mejorado mucho" y que el recurso "no está bien".
La impresión de la científica coincide con la del sector, tanto de pescadores como de comercializadores, que constatan una preocupante ausencia de sardina en las aguas gallegas, especialmente en las del sur, lo que casi se convierte en drama llegadas las fechas en que la especie alcanza su mejor cotización del año por la tradición de consumirla por Sam Juan.
"En las Rías Baixas no hay nada, ni tampoco en Portugal, que ya fueron algunos y no encontraron; solo llega algo por A Coruña", se señalaba ayer desde la cofradía de Redondela José Manuel Saavedra. "Esperemos que por aquí entre algo en los próximos días porque si no, malo y la poca que haya se va a pagar por San Juan a precio de lubina".
Lo que sí ha detectado el sector en el interior de la Ría de Vigo es una gran abundancia de xoubiña (juveniles) pero que aún no alcanza la talla comercial (de 11 a 12 centímetros). "Hay muchísima pero la esquilman los arroaces y los delfines, que son una auténtica invasión y que acaban hasta con el aparejo", explicaba el cerquero, que cree que en la ausencia de la sardina podrían estar influyendo sustancialmente las anómalas condiciones climatológicas. "La sardina necesita para entrar un poco de calor y norte y esta noche pasada (por la de ayer), aún estábamos en invierno", reflexionaba el hombre, que detalla las dificultades de rentabilidad que supone esta falta de sardina.
"Tenemos que ir a otras especies, pero tampoco tenemos mucho que pescar que no sea jurel, que hay bastante pero se paga muy poco, la poca caballa que quedó para el segundo semestre y esperar que entre algo de cabalón", lamenta.
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