La caravana de mujeres que se celebrará este fin de semana en Casa Venancio, en Castropol, municipio del occidente astur colindante con Ribadeo, ha superado todas las expectativas. «Se nos ha ido un pelín de las manos. La verdad es que nos hemos visto un poco desbordados, por fortuna», señala José Luis García, organizador y propietario de Casa Venancio. Decenas de solteros de toda Galicia acudirán a la fiesta, que no se ha librado de la polémica. De hecho, incluso en algún medio se publicó que se había suspendido.
«Contactamos con una asociación de mujeres de Madrid para organizarla y estaban encantadas. Pero tras invitar a otra asociación madrileña, Caravana del Amor, las otras dijeron que no querían venir y que se desentendían de todo. Incluso divulgaron una nota de prensa. Pero entonces de Caravana del Amor nos dijeron que en lugar de uno iban a llenar dos autobuses», explicó José Luis García.
Al final, serán 250 participantes (el lunes había 244 inscritos). Es el tope establecido, más del previsto inicialmente porque el lugar del evento se ha cambiado del polideportivo municipal de Castropol al aparcamiento de Casa Venancio. «Lo hicimos así para no perjudicar al Ayuntamiento; hay dos asociaciones de mujeres que ven el acto machista y están poniendo verde al Concejo en foros de Internet. Al parecer, van a venir a la fiesta... creo que ya hay algún topo infiltrado entre las mujeres», dice José Luis García, quien en todo caso lamenta lo ocurrido: «No buscábamos polémica. Esto es una fiesta, sin más, y para el próximo año le cambiaremos el nombre para no ofender a nadie».
La fiesta comenzará el sábado a las 16.00 horas, con una recepción para «romper el hielo» y una ruta turística. Después vendrá la cena y la música con una discoteca móvil. Acudirán de toda España y, singularmente, de Galicia. «Hay gente de cierto nivel, sobre todo de Santiago y A Coruña, que nos ha pedido que las televisiones no tomen imágenes», explicó José Luis García.
Las mujeres serán mayoría: un 60 %. Las edades oscilan, en los varones, de los 19 a los 92 años, y en el caso de las mujeres, de 24 a 70. Una vecina de Ribadeo de esa última edad se inscribió el lunes.
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