Los arroaces en la ría de Pontevedra son una de las estampas más buscadas por los turistas que, cámara en ristre, disfrutan de la playa o viajan a Ons. Para muchos visitantes de tierra adentro, estos animales son grandes desconocidos. Pero para la comunidad científica también lo son bastante y un proyecto de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), en colaboración con la Xunta, Cepesma y Ambar, intenta desvelar algunos de sus misterios. ¿Cuántos hay? ¿Por dónde se mueven? ¿Y con qué frecuencia lo hacen?
El presidente del Cemma, José Antonio Martínez, explicó que su oenegé lleva trece años sacando fotos a las aletas de los arroaces que surcan la ría pontevedresa. Las aletas de los ejemplares adultos son todas distintas porque cicatrices y otras marcas son señales inequívocas de un ejemplar. De ahí, que en el verano, en un barco desde Combarro, los biólogos del Cemma se adentren en la ría a la búsqueda de las manadas.
Es un trabajo que han hecho en otras rías y que les ha permitido tener un censo fotográfico, como una especie de base de carnés, de unos 300 arroaces, la mitad de la población estimada para Galicia. El 10 % de estos ejemplares se fotografió por primera vez en la ría de Pontevedra, y el 40 % de ellos reapareció en Vigo o Arousa más tarde. Las conclusiones de este informe serán valiosas para evaluar el futuro de la especie.
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