La plaga de fichas de plástico utilizadas para depurar las aguas residuales y que apareció en la desembocadura del Miño ha llegado hasta la playa de A Lanzada, según informó ayer el profesor de la Universidad de Vigo Gonzalo Méndez. Estos objetos evitan las bacterias pero provocan otro tipo de contaminación.
Las piezas que miden de un centímetro a dos y medio de diámetro se mezclan con las aguas que hay que depurar para que se adhieran a ella las bacteria de manera que el líquido resultante esté más purificado de restos biológicos. En los tanques que reciben las aguas de saneamiento el cincuenta por ciento del recipiente está lleno con este tipo de fichas. Si por cualquier circunstancia se produce un desborde de la depuradora, las piezas salen flotando con las aguas depuradas.
El biólogo Manuel Pombal, profesor de la Universidad de Vigo y vicepresidente de la asociación Anabam, ha encontrado esos biosoportes este año a lo largo de catorce salidas que efectuó para limpiar playas de las rías Baixas. Pombal explica que estos biocelle filter media empezaron a utilizarse en el año 2000 cuando investigadores noruegos descubrieron la capacidad que tenían para purificar las aguas al adherirse a las piezas los restos bacteriológicos.
Gonzalo Méndez recogió el pasado día 21 en la playa de A Lanzada, situada entre os municipios de Sanxenxo y O Grove, más fichas de depuradora de un tamaño grande y otras más diminutas y más abundantes que las grandes. Méndez recogió tan solo una muestra del abundante material que salpicaba los arenales.
El caso fue denunciado al Seprona, que ha iniciado una investigación para averiguar su origen. Los biosportes mayores también aparecieron en playas del norte de Portugal cercanas a la desembocadura del río Miño. Así el profesor Pombal las encontró en Afife, en Viana do Castelo y, más cerca de Galicia, en el arenal de Camarido, en el municipio de Caminha, situado en el mismo estuario.
La aparición de las piezas de plástico en A Lanzada pasó un tanto desapercibida para muchos bañistas que son legos en la materia. «Son de un color similar a la arena y se confunden con ella. La gente que no sabe lo que son puede pensar que se tratan de piezas de un juguete porque no conocen su finalidad», explica Manuel Pombal.
Este biólogo de la Universidad de Vigo señala que en un primer momento «creíamos que las fichas procedían de depuradoras municipales pero el caso de un vertido similar originado en el País Vasco nos permitió saber que la causa había sido una estación de tratamiento de aguas perteneciente a una empresa maderera».
Los hallazgos de fichas han sido comunicados a una organización denominada Surfriderse Foundation Europe, que realiza un seguimiento de este tipo de contaminación a lo largo de las costas europeas.
«En otras países de Europa se ha podido acreditar con certeza el origen de los vertidos en España parece que hay más dificultades para cerciorararse», señala Manuel Pombal que explica que en tan solo un metro cúbico de aguas residuales caben un millón de piezas de plástico. Para la depuradora de una urbanización se pueden emplear 19 millones de fichas filtradoras de bacterias.
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