Estudios de laboratorio realizados en el marco del proyecto Oysterecover
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El próximo 10 de octubre, se celebrará en el Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar el taller final sobre el proyecto Oysterecover, cuyos resultados indican que la recuperación de los bancos de ostra plana (Ostrea edulis) puede ser ya una realidad cercana.
Ese mismo día se inaugurará el XVI Foro de los Recursos Marinos y de la Acuicultura de las Rías Gallegas.
Al día siguiente del taller, la coordinadora del proyecto, Rosa Fernández del Centro Tecnológico del Mar; y el coordinador científico del mismo, Antonio Villalba, del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA), acudirán al Foro para compartir con los asistentes los buenos resultados obtenidos
El proyecto Oyesterecover surgió con el fin de abordar una necesidad creciente del sector ostrícola de afrontar varios problemas:
Episodios de mortalidad elevada;
Sobreexplotación que diezmaron las poblaciones de ostra plana;
Dos enfermedades -causadas por Marteilia refrigens y Bonamia ostreae- que se propagaron a principios de las décadas del 70 y 80, y redujeron drásticamente la producción.
De acuerdo con lo informado por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), si bien se pusieron en marcha nuevas prácticas de gestión e intensivos programas de repoblación, la producción de ostra plana ha permanecido baja desde entonces.
Además, el recurso fue muy perjudicado por la Bonamia ostreae, que le ocasionó mortalidades de hasta el 90%.
Los científicos consideran que la recuperación de la producción de esta especie autóctona europea podría representar una gran oportunidad para la industria marisquera comunitaria.
Según Villalba, "la única manera efectiva de luchar contra la bonamisosis, que se apuntó tras tres programas piloto previos a este proyecto, es la producción de una estirpe resistente".
Uno de los propósitos de esta iniciativa es "profundizar en el conocimiento de la interacción de la ostra con el parásito para identificar marcadores moleculares de resistencia", dijo.
Si se logra esto, bastaría ver si los marcadores están presentes en una ostra, "sin esperar a ver cómo aguanta la enfermedad", para utilizarla como reproductor".
De hecho, los investigadores que participan en este proyecto lograron detectar marcadores moleculares de resistencia, lo que según Villa "es uno de los puntos más brillantes del proyecto".
En el marco del proyecto Oyestrecover también se estudió:
El ciclo del vida del parásito, con etapas de vida que se desconocían;
Se compararon diferentes métodos de diagnóstico de la enfermedad;
Cómo se trasmite el parásito;
Se hizo una caracterización de los bancos de ostra en base a un análisis demográfico complementado con un análisis patológico y un análisis genético.
Los científicos sabían que el parásito se trasmite en forma directa de una ostra enferma a otra sana, pero sospechaban que podía haber alguna otra especie involucrada en esa transmisión. "Una información muy importante a la hora de gestionar un banco natural: ver si hay otros focos de infección", añadió Villalba.
Fernández comentó que "se podría comenzar a trabajar en programas de selección genética para ostra plana resistente a la bonamiosis y con ello, empezar a recuperar la producción".
En opinión de Villalba, la ostra plana podría multiplicarse a corto plazo, y "en un horizonte a cinco años, el panorama podría cambiar completamente".
Participaron en el proyecto la Cofradía de Noia y la empresa José María Daporta Leiro e Hijos S.L..
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