lunes, 25 de noviembre de 2013

Continúan los pobres resultados en la campaña de la centolla


Hoy se cumple la primera semana de la campaña de pesca de centolla en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Todavía no hay datos oficiales definitivos, pero los parciales permiten comprobar que los pésimos resultados obtenidos el lunes pasado, cuando comenzó la extracción, non solo continuaron siendo malos después, sino que en algunos puertos las capturas fueron a menos jornada tras jornada.
Baste como ejemplo la lonja de O Grove, donde se cotizan cada año las mayores cifras de primera venta por esta preciada especie. Los datos oficiales provisionales en poder de la Consellería do Medio Rural e do Mar indican que el lunes pasado se subastaron en la rula grovense 1.725 kilos de producto -prácticamente la mitad que en la jornada inaugural de los años con campañas buenas- por valor de 18.361 euros. Pues bien, el martes la cantidad subastada cayó a 1.276 kilos, se mantuvo casi igual el miércoles y se desplomó el jueves, hasta los 1.096 kilos.
El precio máximo se limitó a 20 euros el primer día, para las mejores piezas, bajando en días posteriores hasta los 17 o 18 euros, es decir, muy lejos de los 30 e incluso 35 euros por kilo de centolla que llegaron a pagarse en años de bonanza.







La primera semana de la campaña de pesca del centollo en Galicia se ha saldado con unos preocupantes resultados, tanto por la escasez de producto como por los bajos precios alcanzados. Es bien cierto que este producto se captura mejor cuando el mar está revuelto y las aguas, turbias. Pero también lo es, y en la flota de enmalle son conscientes de ello, que el furtivismo y el empleo de artes poco selectivas a lo largo de todo el año pueden haber esquilmado los caladeros.
A nadie se le escapa -al sector tampoco- que en pleno verano es fácil adquirir centolla en puertos y restaurantes, a pesar de estar en veda.
La extraen los buzos, de manera clandestina, pero también muchos pescadores, ya sea porque se dedican directamente a este recurso aún a sabiendas de que lo hacen de forma ilegal, o bien porque a sus barcos a veces llega este crustáceo de manera involuntaria, cuando se engancha o "enmalla" en los aparejos que, como los trasmallos, se usan para la pesca de otras especies. Lo que sucede en estos casos es que algunos, lejos de devolver al agua la centolla cuando está en veda, optan por consumirla en casa o venderla, también ilegalmente.
Por si no fuera suficiente, la ausencia de temporales permite que en algunas zonas de abundancia de este producto, especialmente allí donde suele reproducirse, en verano y también estos días incluso es posible extraerlo a pulmón, lo cual anima un poco más a los furtivos.
Y para completar la lista de agravios y de los males que acechan al considerado "rey de los mariscos" hay que abundar en la existencia de aparejos de pesca poco selectivos que "arrasan con todo y afectan a numerosas especies, entre ellas el centollo", relatan algunos pescadores.
Por todo ello, la preocupación va en aumento. Sobre todo porque en algunos puertos jamás habían visto una carencia de centolla tan acusada como en esta ocasión durante los primeros días de actividad. Y lo peor es que, al menos por ahora, nada de lo que se ha visto en las rías durante la faena diaria invita a pensar que esto pueda mejorar.
En puertos tan importantes como O Grove los marineros apuntan que "cuando lleguen los temporales las cosas pueden cambiar y la cantidad de centolla irá en aumento, pero no creemos que sea nada significativo, porque después de tantas capturas ilegales durante todo el verano ahora queda muy poca".
Alguien que conoce bien lo que sucede dentro y fuera de las rías, además de ser una persona que suele hablar claro de este tipo de cosas, es Baltasar Rodríguez, el patrón mayor de Rianxo. Ayer indicaba que "la enorme cantidad de buzos que se dedican a capturar centolla, ya sea con botella o a pulmón, está acabando con este recurso". Como también "el empleo de artes como el trasmallo, que sigue usándose a pesar de tener una malla muy pequeña, por lo que arrasa con todo lo que se le pone por delante". El patrón rianxeiro argumenta que "durante toda la veda hubo restaurantes y puertos en los que se estuvo vendiendo centolla", a lo que añade que otros la almacenaron para venderla una vez abierta la campaña. Pero insiste, sobre todo, en lo del trasmallo, ya que considera que "está haciendo mucho daño a la centolla, sobre todo cuando se utiliza en zonas de cría".
Rodríguez concluye que, "afortunadamente, es una especie que se reproduce bastante bien; de lo contrario, con toda la presión que está sufriendo, sería imposible encontrar ni una sola".

 

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