Tras la fuga accidental de tres mapaches en enero del 2010 motivada por una ciclogénesis, el zoológico de Marcelle pagó 14.000 euros para capturarlos, con el objeto de evitar la expansión de esta especie dañina para el ecosistema del Miño. Desde entonces en el zoológico ya no tienen mapaches, coatíes, o cualquier otra especie que pudiera resultar nociva para el medioambiente.
Así lo ha querido hacer saber Gerardo Guitián, el director de Marcelle, quien afirma que si continúa habiendo mapaches en el Miño no debieran tener que ver ya con la fuga producida hace tres años, una vez que han dado por concluido el programa de capturas.
Guitián explica que tras detectarse el foco en el Miño, se pusieron en contacto con una empresa especializada en su erradicación, atendiendo a una recomendación de la Xunta. Las capturas se llevaron a cabo durante los meses de abril, mayo y junio de este año, mediante trampas cebo y collares en machos capturados con objeto de atraer a las hembras. «Si todavía hay mapaches pueden ser de aquella fuga o de otras; el problema existirá per secula seculorum mientras la legislación no controle la tenencia de los mismos por parte de particulares; los compran, se cansan de ellos y luego los sueltan. Sucede algo parecido con las tortugas de Florida; cada quince días viene gente a pedirnos que nos quedemos con ellas y nosotros los remitimos a O Veral, que es el centro que existe en Lugo para su acogida».
Cuando se produjo la fuga accidental en el 2010, Marcelle tenía cinco mapaches. «Precisamente uno de los mapaches nos lo facilitó la Xunta, porque se lo había retirado a un señor de Ribadeo», afirma Guitián. Actualmente se han deshecho de los que les quedaban y Marcelle se está especializando en especies autóctonas como el lince ibérico, el lobo o el oso. No descartan comprar visón europeo, que es una especie amenazada.
Hoy en día no pueden comprarse mapaches en España de acuerdo con una legislación que ha cambiado recientemente. La última regulación es de agosto de este año e incluye al mapache en el catálogo español de especies exóticas invasoras; se prohíbe su comercialización, pero se permite su tenencia como mascota si han sido adquiridos con anterioridad.
Eso sí, aquellas personas que tengan una especie de las incluidas en el catálogo, como puede ser el mapache, tienen la obligación de informar a la administración sobre su posesión y están obligadas a esterilizarlos; como alternativa la ley recomienda entregarlos de forma voluntaria a la administración y de forma temporal a otros centros receptores, como tiendas de mascotas y zoológicos.
El mapache (Procyon lotor Linnaeus) está incluido dentro del catálogo español de especies protegidas. El foco en el Miño se detectó hace un año y, en especial, preocupaba su predación sobre los náyades o mejillones de río, especie amenazada muy escasa en España.
Se trata de una especie inteligente y tremendamente versátil que se adapta rápidamente a cambios en las condiciones ambientales de su hábitat, ocupando incluso nuevos nichos y colonizando áreas donde previamente no se encontraba. Suele habitar cerca del agua, sobre todo en bosques, pero también en muy diversos tipos de hábitats. Todo ello redunda en una gran capacidad colonizadora, que le ha permitido colonizar gran parte de Europa.
Cabe recordar que los mapaches además de dañar la biodiversidad transmiten enfermedades como la rabia y son huéspedes de numerosos parásitos; el más peligroso de ellos la lombriz intestinal propia de la especie, que puede producir ceguera, encefalitis, daños en el sistema nervioso central, e incluso la muerte, en aves y mamíferos entre los que se incluye el hombre. Por ello, la Xunta recomienda que aquellas personas que tengan mapaches como mascotas los entreguen y que en ningún caso los liberen a la naturaleza.
La Xunta recomienda la entrega inmediata de estos animales.
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