Cada barco cerquero sabrá exactamente cuánta xarda (caballa, verdel o rincha) puede pescar el año que viene en el caladero del Cantábrico Noroeste. Y de paso conocerá también con precisión los kilos de jurel que está autorizado a capturar. Porque después de diez horas encerrados el viernes en la sede de la Secretaría General de Pesca, sector y Administración pactaron un reparto de cuota individual, aunque no transferible -esto es, que no se podrá ceder ni vender- por barco de las dos especies más disputadas en el caladero: la caballa y el jurel.
«Contento, contento, non saíu ninguén», resumió Benito González, presidente de la Federación Galega de Confrarías. Y los gallegos, al menos por lo que respecta a la xarda, no tenían muchos motivos para salir brincando. La suma de los cupos de sus 154 barcos acaparan el 24,8 % de las 29.019 toneladas de las que dispondrá España en el 2014, a las que hay que descontar, eso sí, 7.000 para pagar la multa por sobrepesca en años anteriores.
Son los grandes cerqueros del País Vasco los que se llevan la mayor parte del pastel: casi la mitad de la cuota, seguidos de los cántabros, que se llevan el 23,6 % y, por último, los asturianos, que capturarán el 3 %.
González asegura que en contra de Galicia ha jugado el peso que se le ha dado en el reparto al histórico de capturas, pues la flota tradicionalmente ha tenido un cupo que las demás flotas no observaban y, además, en las últimas costeras los gallegos no tuvieron siquiera la oportunidad de pescarla. Tampoco en cuestión de tonelaje podían aspirar a mucho -ya que «o noso barco máis grande é de 200 GT (toneladas de arqueo) e un só de Guetaria xa ten 250-. Confiaban en que, como la flota defendió en el reparto frente a otras artes o mismo en Bruselas, se impusiese el aspecto social, puesto que, por número de tripulantes y de embarcaciones, Galicia arrasa. Pero vascos y cántabros agitaron la normativa comunitaria, que concede mayor peso a los derechos históricos e imperó ese criterio.
Distinto es en el caso del jurel, donde el cerco de la comunidad acapara casi la totalidad del cupo en las Rías Baixas, y en el Cantábrico rivaliza duramente con Cantabria.
Si en el cerco se logró un acuerdo, las diez horas no fueron suficientes para llegar a un pacto en el reparto de la xarda entre artes menores. De todos modos, el ministerio cree que se ha avanzado en el diálogo y que será posible cerrar un repacto antes de que arranque el 2014. Sería, a su juicio, lo más deseable, para evitar que los barcos más pequeños asuman el riesgo de trasladarse a caladeros distantes -algunos van por carretera en remolques- para poder pescar caballa, una especie de la que ya no hay cuota cuando llega en su migración a la costa gallega.
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