En la víspera del Día Internacional de los Humedales, el Colectivo Ecoloxista de O Salnés sigue encontrando prácticamente con los mismos problemas que en años anteriores en algunas de las zonas naturales más importantes que posee la comarca. Sobre los humedales que existen en O Salnés penden, desde hace tiempo, una serie de situaciones que los están llevando hacia su total degradación y que pueden llegar a provocar su desaparición, o cuanto menos, la pérdida de la riqueza natural que, pese a las constantes agresiones que sufren, todavía mantienen.
Marta Lois, responsable de este colectivo, reconoce que las principales amenazas existentes, además de las actuaciones realizadas por la mano del hombre, como son los rellenos sin ningún tipo de control, son la contaminación y las especies invasoras. Un ejemplo de la situación que viven los humedales es la Lagoa Bodeira, cuyo ecosistema está sufriendo una importante alteración debido a la presencia de una planta invasora, un helecho cuyo nombre científico es la azolla filiculoides que ha sustituido a la flora autóctona. Se trata, explica Lois, de una planta muy difícil de erradicar y cuyos uso principal es el ornamental en estanques, pero su poder de propagación ha provocado que haya tomado casi por completo la superficie de la laguna grovense incluida en el Complexo Intermareal Umia-O Grove.
Desde que se detectó su presencia, los ecologistas no han dudado en plantear a la Consellería de Medio Ambiente medidas para su erradicación, entre ellas, la utilización de una especie de gorgojo, el Stenopelmus rufinasus, "que ha dado muy buenos resultados para acabar con esta planta, pero nunca hemos recibido una respuesta al respecto". Es cierto, reconoce la presidenta del colectivo que "la administración ha hecho algún esfuerzo, pero todos han sido infructuosos". Además de acabar con la flora autóctona, el helecho puede hacer desaparecer toda la vida que existe en el interior de la laguna, ya que se extiende por toda la lámina de agua acabando con la luz y el oxígeno.
La contaminación es otro de los principales problemas que sufren los humedales de O Salnés. El principal ejemplo de ello es la desembocadura del río Umia en Castrelo, donde esos contaminantes llegarían al agua a través de los sulfatos y fertilizantes utilizados en los viñedos. Lois censura que la administración permita cambios en la catalogación del suelo que "llevan los viñedos hasta las inmediaciones del río, sin diseñar una zona de protección, lo que provoca que todos los herbicidas que se utilizan en el cuidado de las vides acaben llegando al sustrato, y de ahí, pasen a las aguas del río y a la cadena trófica, algo muy preocupante, como indican los datos de contaminación de la ría de Arousa".
Otra censura a la administración por parte de los ecologistas es la consolidación de rellenos antiguos en zona protegida. "Parece que no existe intención de dar marcha atrás y recuperar los espacios que fueron degradados en su momento". A ello hay que añadir la apertura de nuevas sendas por estas zonas protegidas "una iniciativa positiva para su puesta en valor, pero deberían aprovecharse los caminos que ya existen y evitar que pasen por zonas como dunas".
Otra laguna que también se encuentra incluida en el Complexo Intermareal Umia-O Grove es la de Carreirón, en A Illa de Arousa. La laguna fue sometida recientemente a un proceso de recuperación que para los ecologistas de O Salnés ha resultado un tanto polémico.
Lois explica que la de Carreirón "era una laguna que se estaba sedimentando, un proceso natural al que tienden la mayor parte de estos espacios, en los que se va acumulando arena durante siglos hasta que desaparece por completo el agua". Para evitar esa desaparición, Medio Ambiente apostó por dragar y profundizar la laguna para conseguir su pervivencia.
Para los ecologistas esta actuación distó mucho de ser la adecuada, pese a que "solicitamos el proyecto, pero nunca se nos facilitó, por lo que mucho nos tememos que ni siquiera se realizó un estudio preliminar sobre el entorno y que se hubiesen usado máquinas pesadas".
La actuación consiguió mantener la laguna pero ahora "toda la contorna es vertical, un elemento que impide que la vegetación se instale en esos puntos y las aves no lo utilizan con tanta frecuencia, por lo que, en estos momentos, parece más un estanque para disfrute de visitantes que un humedal para que lleguen los pájaros a la zona".
La Xunta dio ayer luz verde al plan de conservación del chorlitejo patinegro o píllara das dunas, un documento que tiene como principal objetivo evitar la desaparición de esta especie cuya concentración de ejemplares se limita a un número reducido de localidades en la costa gallega. El documento fue sometido a un intenso proceso de participación pública, celebrándose diversas mesas en las que se explicaron, por sectores sociales y en los respectivos ámbitos provinciales, los contenidos del plan y se recogieron las contribuciones de los colectivos afectados por las medidas de conservación.
La vigencia del plan será indefinida hasta alcanzar los objetivos de preservación de la especie. Con la finalidad de adaptar el plan a posibles nuevos condicionantes, se evaluarán sus resultados cada seis años, realizando la correspondiente modificación en el caso de que se requiera un reajuste de las medidas de conservación. El chorlitejo patinegro es un ave limícola de pequeño tamaño y constituye una especie vulnerable frente a acontecimientos demográficos y medioambientales.
La comarca de O Salnés es uno de los puntos de la costa gallega donde todavía pervive esta especie. Por este motivo, zonas como Areoso, Mexilloeira, O Bao, A Lanzada o Area Brava se incluyen dentro del plan de protección aprobado ayer por la Xunta. En todos estos arenales van a existir una serie de normas entre las que destacan la prohibición de la presencia de animales en libertad o limitando la práctica de deportes como el kite surf a los canales establecidos en cada arenal para montar las cometas.
Fuente: Faro de Vigo
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