Saltaron a las nueve de la mañana desde las lanchas hasta las rocas de A Goeira, en donde permanecieron unas dos horas con el neopreno y la rasca. Cerca de 60 percebeiros pertenecientes al plan de explotación de la Cofradía de Cangas volvieron a tomar este islote, en el que solo faenan dos veces al año, y que no pisa nadie más que ellos, salvo las visitas de los furtivos, y los técnicos de mantenimiento de la torre de balizamiento que lo corona. Aprovecharon las buenas condiciones meteorológicas para fanear en esta milla de oro que es A Goeira y salvar el percebe de sus rompientes ante la amenaza de dichos furtivos que ya, durante sus labores de vigilancia, vieron merodear por el entorno. Los percebeiros se trajeron para tierra 223 kilos de este marisco que se subastó ayer en la lonja de Cangas, a las dos y media de la tarde, alcanzando un precio máximo de 108,50 euros el kilo. Hubo satisfacción, teniendo en cuenta la situación de crisis económica, aunque no todo el percebe se vendió a este precio, solo el de más tamaño. Los precios fueron descendiendo hasta los 90, e inluso alguna caja bajó a los 50 euros el kilo, lo que en el sector se denomina la "masía" o el sobrante.
Luis Piñeiro, comprador de la empresa "O Percebeiro" de Marín, fue el que pujó más alto en la subasta. La pantalla digital marcaba 108,50; y en eso mandó parar. Piñeiro, que previamente con otros compradores, había revisado los distintos lotes del percebe expuestos sobre la mesa de la lonja, retiró lo que para él fueron los mejores primeros 4 kilos, que es el cupo máximo de percebe por tripulante. Procedían de la única mujer de Cangas que faenó ayer en A Goeira con el grupo de percebeiros, en el que también trabajó otra mujer, aunque de Vigo, Vanesa Arias, una ourensana, casada con el hijo del patrón mayor de Vigo, Borja Alonso, que también permaneció con ella en el islote.
La canguesa Cristina Parcero, de 23 años, trabaja como percebeira desde hace dos y medio junto a su padre Ramón Parcero.
Además de los 4 kilos de percebe de esta mujer, el comprador de Marín se llevó otros 24 por lo que también pagó el mismo precio de 108 euros el kilo y que posiblemente a estas horas ya están en los mejores restaurantes de Madrid y de Barcelona. Luis Piñeiro no mostraba ninguna duda de que el percebe, aún a este precio, se iba a vender sin problema porque ayer se vio sobre las mesas de la lonja de Cangas lo que él estaba buscando: tamaño.
Entre los compradores tienen claro que la fama de mejor percebe de Galicia la tiene el del Roncudo, en la costa de Corme, pero dicen que es más mito que realidad, y que el sabor del percebe de las Rías Baixas no tiene igual. Ayer también se demostró que en cuanto a tamaño, el de A Goeira no se queda atrás: "Roncudo se lleva la fama, no la calidad", coincidían compradores y percebeiros.
Benito González Brun, patrón del "Venus", es percebeiro desde los 7 años, dice que antes que correr ya andaba al percebe y ayer mostraba con orgullo la "calidad excelente" del producto. Bromeaba antes de la subasta de que él aspiraba a los 180 o 200 euros que en las épocas doradas se pagaba por este marisco. No tiene dudas de que el percebe de aquí es el mejor de Galicia. Su compañero de barco desde hace veinte años, Francisco José Fernández, se mostraba ansioso de conseguir un buen precio y se fueron de la lonja bastante satisfechos.
Benito Pereira, con 47 años de edad, se quejaba ayer de que cada vez el sector extractivo va a menos, sobre todo, después de tantos temporales este invierno. La subasta de ayer supuso un respiro económico para muchos en el sector.
Patrón del "Paquito", tiene 41 años y es percebeiro desde hace 23. Ayer acudió al islote con tres tripulantes compartiendo barco para ahorrar costes y dice que el gran enemigo son los furtivos, por eso que vigilan día y noche.
Llevan juntos 20 años faenando y juntos vendieron en la lonja los percebes de A Goeira, de los que destacan su calidad. Reconocen que nunca trabajaron en el islote con un mar tan manso.
Fuente: Faro de Vigo
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