2 salmones en el río Mandeo

Jesús Carlos Peteiro muestra el primer salmón de la temporada

La temporada arrancó remolona, pero se cobró el pasado sábado la primera captura. Un salmón hembra de 4,3 kilos y 73 centímetros de longitud abrió oficialmente la temporada de pesca en el río Mandeo. El ejemplar fue pescado a miñoca por Jesús Carlos Peteiro. Tras dos primeros días de incertidumbre en los que "no se movía nada", la primera captura dio paso ayer a otra

Tardó pero finalmente picó el anzuelo. La temporada de pesca en el río Mandeo, que arrancó el pasado jueves, se cobró el sábado el primer salmón. Un ejemplar de 4,3 kilos y 73 centímetros de longitud pescado a miñoca por Jesús Carlos Peteiro. La temporada arrancó remolona. Los dos primeros días fueron "malos", explica el presidente de la asociación de pescadores, Miguel González. "No se movía nada, el agua bajaba perfecta, pero no se movía nada", explicaba ayer este pescador que asegura que, tras dos días de incertidumbre, todo va "viento en popa".

Al primer salmón siguió ayer otro. La temporada finalizará el próximo 31 de julio, informó ayer la Consellería de Medio Ambiente. La Xunta prolongará el plazo hasta el 30 de septiembre en los cotos de reo y en los tramos de pesca sin muerte, acotados o no, situados en masas de agua salmoneras o de reo.

El Gobierno gallego ha ofertado 28.000 permisos de reo o salmón en las aguas de la comunidad autónoma. En los tramos acotados para estas especies (quince para reo y once para el salmón) se permitirá la práctica de esta modalidad deportiva a un máximo de cuatrocientos pescadores cada día. La talla mínima legal para el salmón es de 45 centímetros y se fija un tope de capturas de un ejemplar por pescador y día.

Todos los días serán jornadas hábiles, excepto los lunes con carácter general y los jueves en los tramos acotados. En los cotos conveniados los jueves serán hábiles en la modalidad de pesca sin muerte. Los horarios se fijarán de acuerdo con lo dispuesto en la ley de pesca fluvial: desde una hora antes del alba hasta una hora después del ocaso.

Fuente: La Opinión Coruña