domingo, 22 de junio de 2014
Bidasoa: Once salmones capturados en una sola jornada de pesca
Cuando hasta hace unos años la temporada de pesca de salmón en el río Bidasoa comenzaba el 19 de marzo, era habitual que el 'lehendabiziko', el primero, no saliese los primeros días. Pero desde que la apertura se retrasó al 1 de mayo, el primer ejemplar salía esa fecha siempre. Menos en este 2014.
Se veían salmones en el río, pero no hubo manera. Durante cuatro días cientos de pescadores lo intentaron hasta que Eduardo Oyarzábal, pintor de Doneztebe y principiante en el arte de la pesca del salmón, lo lograba. Se llevaba el primero y lo vendía por 1.700 euros.
El segundo salmón no salió hasta el día 7 de mayo y el afortunado fue Xabier Lantz. Armados de paciencia, los habituales lo siguieron intendo pero el tercero no lo pescó hasta el 14 de ese mismo mes, Gregorio Urzelayeta. Y hasta el 26 no salieron el cuarto y el quinto, pescados por David Miranda y José Mari Mitxelena.
Tras unos días de intensas lluvias parece que entró más salmón en el río y además el día 1 de junio se abrió la pesca con cebo vivo. Ese domingo el guarda encargado de hacer la guía de cada salmón apenas dio abasto. A las ocho de la mañana se pescaban los dos primeros, media hora más tarde el tercero, a las diez llegaba el cuarto, y el quinto, apenas media hora más tarde. En torno a las 11.30 h. se pescaban dos más, el sexto y el séptimo. Siete salmones en una mañana. Casi tanto como en el mes de mayo. La jornada no terminaba ahí, sino que a las 15.30 horas salía el octavo. A las cinco de la tarde se pescaba el noveno y un décimo a las siete. Para cerrar la jornada, a las nueve de la noche pescaban el último del día, el salmón número 11. Todo un récord si se compara con los números de los últimos años. Once salmones y once pescadores afortunados, porque sólo se puede capturar uno por jornada por persona.
De todos esos salmones seis se pescaron con lombriz y cinco, con quisquilla. Y todos, en distintas partes del río, en pozos como Cincuenta, Kaia, Aiena, Nazas, Montoia y Peña Negra.
De monento el mayor lo capturó Gregorio Urcelayeta el 14 de mayo en las Nazas, a mosca. Pesó 6, 150 kilos y midió 85 centímetros de longitud. Un ejemplar sin marcar, salvaje, del río. Urcelayeta es, además, el pescador que más ejemplares ha capturado este año de momento, un total de cuatro. El segundo, el 2 de junio; el tercero, el día 4 y el cuarto, el día 7.
La pesca del salmón atlántico en el río Bidasoa se desarrolla este año entre el 1 de mayo y el día en el que se capture el salmón número 66. Si no se consigue llegar a ese número de capturas, el último día de pesca será el 15 de julio. Cada pescador podrá pescar un solo ejemplar por día, de talla superior a 40 centímetros.
Los cerca de 600 salmones que remontaban las aguas del río Bidasoa y que eran contabilizados en la escala salmonera situada en Bera llevaron al Gobierno de Navarra a tomar la decisión de aumentar este año el número de capturas permitidas, hasta elevarlas a 66. Sin embargo, algo que no se tiene en cuenta es el tamaño de los salmones que cada año remontan el río y en este caso predominaron los salmones de tamaño medio y pequeño.
El año pasado se permitió la captura de 52 ejemplares en el Bidasoa, en 2012 fueron 48 y en 2011, 39. Así que en tan sólo cuatro años se permite pescar hasta 27 salmones más. El número se calcula cada año con la media de salmones contabilizados en la central durante los últimos cuatro años.
Como novedades en la pesca del salmón, se introduce la potestad del Guarderío Forestal para prohibir la pesca cuando las condiciones hidráulicas adversas pueden provocar daños a los salmones u otras especies; y la limitación del horario de pesca, que pasa de 7 a 21.30 horas (antes era de 6.30 a 22.30 horas).
Fuente: Diario Vasco
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