El río
Bouzós, teñido de blanco a su paso por el casco urbano de Cangas
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De nuevo,
coincidiendo con la temporada estival, el río Bouzós llega a Cangas
contaminado. Las fotos muestran un agua teñida de blanco, que los vecinos
aseguraban que parecía como si el vez de agua por el río corriera leche. Hasta
allí se desplazaron la semana pasada efectivos del Servicio de Protección a la
Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y también la Policía Local de Cangas,
que levantaron acta de lo que estaba sucediendo. Una semana más tarde no hay
respuesta. Los vecinos que denunciaron la situación sigue preocupados y temen
que se estos vertidos se reproduzcan como ya sucedió en años anteriores.
La Policía
Local de Cangas realizó un informe y ese mismo día trataron de localizar la
procedencia del vertido siguiendo el cauce del río, se llegó incluso hasta el
Bananas, pero no se logró descubrir el origen del vertido. Según el concejal de
Medio Ambiente del Concello de Cangas, había se trataba de un líquido que se
disolvía con rapidez pero a día de hoy es imposible determinar qué era. Graña
asegura que no era olores y que era muy parecido al que hace un par de años
hubo en el río Saiñas. No se descarta algún tipo de detergente, aunque parece
que no hay indicios de que fuese pintura la que cubría el río Bouzós a su paso
por la villa por detrás de los edificios de la calle Noria.
La
concejalía de Medio Ambiente tiene la intención de enviar un trabajador río
arriba metido dentro del cauce para ver si así se logra dar con la causa. Y es
que hay un momento que no hay paso, a menos que se meta en el río. Tampoco
Jesús Graña descarta que se trata de una tubería que esté conectada de forma
ilegal al río. Pero por ahora no hay pruebas. En 2012, los vertidos que se
producían día sí y día también procedían de una conexión ilegal de un edificio,
a cuya comunidad de vecinos el Concello de Cangas abrió expediente. Ese vertido
no tardó en identificarse, era de fecales que llegaban del edificio al río. Ya
ese año se volvió a hacer referencia a que este tipo de vertidos pueden hacer
peligrar la bandera azul de Rodeira, ya que el río Bouzós también desemboca en
la citada playa. En el caso de la semana pasada parece ser que los vertidos se
diluyeron antes de llegar al mar. Pero como dice Jesús Graña, es algo que no
debe estar ahí.
El concejal
de Medio Ambiente afirma que el concello de Cangas continuará vigilante, por si
la situación se vuelve a repetir, que para nada hace caso omiso a este tipo de
vertidos que, además, siempre coinciden en verano, y que ofrecen una mala
imagen de cara a los miles de personas que visitan Cangas en esta época
estival.
Fuente: Faro
de Vigo
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