Mientras el sector cerquero esperaba la llamada de la Administración pesquera española para dar respuesta a su plan de gestión para la pesca de la sardina -pactado al inicio del verano ante la Consellería do Mar y que pretendía evitar con medidas técnicas la imposición de un tope de capturas-, el Gobierno congeló ayer todas sus expectativas con la publicación por sorpresa en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de un plan de gestión de la especie por tres años, incluido el actual, que fija límites de pesca (TAC) en función de la situación biológica de la especie, en mínimos históricos. El plan, incluido el actual ejercicio, entra en vigor hoy mismo y es de aplicación desde el 1 de enero.
El modelo implanta, en concreto, un sistema para estimar las capturas máximas anuales de sardina desde el Cantábrico al golfo de Cádiz -zonas VIIIc y IXa- en función de los datos de la biomasa del stock -individuos mayores de 1 año -, según el modelo de evaluación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) del año anterior. De esta manera, cuando la biomasa de la especie sea inferior a 135.000 toneladas el TAC será cero, se prohibirá la pesca de la especie. En el supuesto de que la biomasa supere las 368.400 toneladas el límite de capturas sería de 86.000 toneladas y si, como ahora, la biomasa se sitúa entre las 135.000 y las 368.400 toneladas, se aplicará una fórmula matemática para fijar el límite de capturas. La Secretaría General de Pesca aseguró ayer a este diario que basándose en la "regla de explotación acordada entre España y Portugal se podrían capturar este año hasta 20.500 toneladas de sardina, frente a las 17.100 que propuso el ICES". La reducción, así, sería del 55,5% respecto a las 46.000 toneladas capturadas el pasado año por las flotas de España y Portugal.
Según los cálculos de este diario ateniéndose a la fórmula que figura en la orden ministerial y en función de los datos de biomasa y capturas de los años 2013 y 2014 recogidos en el último informe publicado por el ICES el pasado mes de julio, este mismo año debería aplicarse ya, sin embargo, un tope de capturas de 5.101 toneladas, lo que representaría una reducción del 89% respecto a las registradas el pasado año. Para 2015, y en función del mismo cálculo, a partir de la biomasa del año anterior, el TAC alcanzaría las 19.080 toneladas.
El plan publicado ayer considera necesario, además, el establecimiento de medidas técnicas adicionales, como limitaciones espacio-temporales de pesca, topes de capturas o restricciones de horario. En paralelo, se modifica el plan de gestión de la flota de cerco que captura, además de sardina, jurel y caballa para establecer que esta flota deberá atenerse a límites diarios o semanales de desembarcos que se fijen "una vez oído el sector", mediante una regla de extensión, pero respetando los TAC.
La normativa establece asimismo cinco días de pesca de sardina -los que respeta ya la flota gallega-, con ceses de actividad de 48 horas seguidas en el Cantábrico y Noroeste y de 58 horas en el golfo de Cádiz, donde también se prohibe la pesca de sardina entre el 1 de diciembre y el 31 de enero del año siguiente.
Pero además el plan de gestión establece que, "en ausencia de un reparto de las capturas totales entre España y Portugal, la flota española podrá faenar hasta que se alcance el total de las capturas máximas previstas por la regla de explotación para las flotas de España y Portugal".
La publicación de este plan cayó ayer como un jarro de agua fría sobre el sector cerquero, que se encontró en vísperas de un largo puente festivo con una inesperada orden en el BOE que, critica, elude sus sugerencias de medidas técnicas alternativas a la imposición de TAC, como la reducción de pesca, protección de alevines -xoubas- o cuatro meses de paro biológico. Andrés García, portavoz de la asociación mayoritaria del cerco, Acerga, aseguró que el sector quedó "descolocado y decepcionado" con la orden y el modo de su publicación. "No valieron de nada las reuniones y horas de trabajo para consensuar salidas y proteger la especie con alternativas al TAC, porque el Gobierno, sin siquiera respondernos, tiró por el camino del medio y deja al sector a su suerte", aseguró. García también cuestionó que la orden prevea que "el sector se ponga de acuerdo en topes diarios, cuando llevamos haciéndolo treinta años". Respecto a la modificación del plan del cerco, aseguró: "Nos metieron en un reparto individual o por autonomías y ahora ya no sabemos si lo quieren anular; si es así le damos la bienvenida y, si no, no entendemos esta reforma".
Fuente: La Opinión Coruña
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