Jesús Maquieira Filgueira, nacido el 7 de noviembre de 1925
en la Calle Real de Pontevedra. Tiene 88 años y es el propietario de una tienda
de artículos de pesca en la plaza de España, además es un gran aficionado y
practicante de la pesca deportiva.
El empresario y aficionado a la pesca deportiva, Jesús
Maquieira, recibirá el próximo día 9 de agosto el premio "Amigos de
Pontevedra" por su contribución al engrandecimiento de la ciudad.
-Le conceden el premio "Amigos de Pontevedra, ¿qué le
parece?
-Bueno, si es que tengo motivos para que me lo concedan
bienvenido sea. Creo que ha sido porque he dedicado toda una vida a la pesca y
tengo pescado todos los peces que hay en las rías y ríos gallegos. Todos; no se
salvó ni uno.
-Se le otorga a personas que han contribuido al
engrandecimiento de la ciudad, ¿cómo cree usted que colaborado en esa labor?
-Fui pionero en la pesca de río y de mar y he pescado todos
los peces que hay. Creo que, aunque la vida que voy a vivir ya es corta, tengo
en la mente seguir explicándole a la gente joven lo que es la pesca. Siendo
aficionado a la pesca, que es un deporte que impone todos los ratos libres de
los que puedes disponer, yo, fuera del comercio y de la familia, los ratos
libres los dediqué, en verano y invierno, a la pesca, unas veces en el río y
otras en el mar.
-¿En qué ríos solía pescar usted?
-En España, en los ríos gallegos y asturianos; y fuera,
pesqué durante 12 años salmones en los ríos de Irlanda. En Pontevedra, el río
en el que más pesqué fue el Ulla, en la zona de A Estrada. El río Ulla tiene
las condiciones ideales para la pesca del salmón, que es lo que más capturaba,
aunque también cogía truchas.
-¿Sigue practicando la pesca?
-Este año fui a ver a los pescadores pescando Salmón, fui
hasta allí a recordar tiempos. Mi afición a la pesca nació a orillas del puente
de O Burgo, tenía ocho años, pescaba las anguilas y en aquel tiempo no había
sedales y pescaba con cordel del fogueteiro, con el que lanzan las bombas, con
ese cordel y un anzuelo empecé yo a pescar. Desde ahí, después pesqué ya todos
los peces, durante 60 o 70 años.
-¿Cómo está la situación de la pesca ahora en el río Lérez?
-Yo llevo años diciendo que la trucha autóctona gallega está
en vías de desaparecer. Cada año se pesca menos, la trucha autóctona se ha
perdido. Dicen que puede deberse a la contaminación, hay mucho insecticida,
herbicida, mineral? que van al río. Pero para mí eso no es suficiente. Para mí
es que la pesca está masificada: uno pesca tres o cuatro truchas, otro otras
tantas? y como somos muchos pescadores y sacamos aquellas que van a desovar,
para el año hay menos truchas. Eso es muy importante, pero ¿quien le va a
prohibir a una persona que vaya de pesca? Yo creo que se ejerce una presión muy
grande por parte de los pescadores, puede que no sea la causa, pero ayuda. Los
ríos cambiaron mucho y no tienen solución. O se deja de pescar o nada, porque
no se recupera a la velocidad que lo exterminamos. Cogemos más que las que
repoblamos.
-En tantos años de pesca habrá vivido historias increíbles,
¿recuerda alguna en especial?
-Yo tengo la máxima: 112 truchas pescadas en un día. Si digo
los ríos no se lo va a creer nadie, hay tres ríos en Poio pues en un día de
pesca pesqué 112 truchas. Llegué con el cesto a una taberna de un amigo mío y
me preguntó cuantas truchas llevaba, yo le dije: hay 100. Me pidió que le
dejara doce y le dije: "no, estas van para casa, pero espera un momento y
verás". Bajé al río otra vez y le pesqué doce más. En otra ocasión salí de
Sanxenxo en un barco y fuimos por la costa hasta Fisterra, un sábado; y el
domingo, vinimos de vuelta con 80 kilos de lubinas pescadas con caña, entre
ellas una de 4,5 kilos.
-¿Sigue habiendo afición por la pesca en Pontevedra?
-Sigue habiendo mucha afición en Pontevedra, y no hay más
porque escasea la pesca. Yo mantengo la misma afición que el primer día, lo que
pasa que ya no me lo permiten las facultades físicas, pero yo estoy aquí en la
tienda y cada vez que viene un pescador y me conoce, entablamos unas
conversaciones que son una delicia.
-Este premio reconoce también su labor como empresario.
-Yo llevo 60 años detrás del mostrador. Antes tuve un
comercio en la calle Real de loza y cristal y artículos de pesca. Después me
trasladé aquí para abrir esto, dedicada única y exclusivamente para pescar. En
aquella época fue la primera tienda, era los principios de la pesca de río y
venían desde Ponte Caldelas, Lalín, A Estrada, Bueu, Cangas? siempre tenía el
comercio lleno de pescadores. En la plaza de España llevo 34 años y, antes, en
la Calle Real otros 30 más.
-¿Cuál es el truco para mantener una empresa abierta durante
tantos años en esta época?
-Lo importante es que lo que ofrezcas sepas ofrecerlo. Y si
eres pescador, con más razón, porque le dices donde, cómo y cuándo y lo que
deben hacer. Eso es primordial, porque el que empieza quiere saber cómo va a
pescar. Los que se sientan en un muelle con una caña y una silla, eso no es un
pescador. El pescador bueno, y sobre todo de río, tiene que andar, lo mismo
anda 3,4 o 6 kilómetros diarios, tirando en varios sitios.
-¿En estos 60 años, ha tenido algún cliente ilustre?
-Cuando era presidente Luis Rocafort, era aficionado a la
pesca y venía aquí al comercio. También un gobernador civil de la provincia,
Sama, que era de Zaragoza, hizo una amistad grande conmigo porque era pescador.
-En los últimos años Pontevedra ha cambiado mucho. Como
pontevedrés, ¿qué opinión tiene de la ciudad ahora?
-Ahora la ciudad me gusta más, pero eso no quiere decir que
no me haya gustado antes. Había un dicho que decía: Santiago reza, Vigo
trabaja, Pontevedra duerme y A Coruña se divierte. Pontevedra antes no era
nada. Hoy sí, porque lo bueno que tiene es que es pequeña, pero tiene una
población muy importante en el verano, porque los que van a A Toxa para en
Pontevedra, los que van a Vigo, paran en Pontevedra.
Fuente: Faro de Vigo
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