Los
científicos y biólogos gallegos han presentado un proyecto pionero mediante el
que realizar una selección genética del berberecho. Se trata de encontrar
individuos resistentes a la enfermedad que ha aniquilado casi por completo a
dicha especie en la ría de Arousa y va camino de hacerlo también en Pontevedra
y Vigo.
Antonio
Villalba, uno de los miembros del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) que
actualmente estudia la incidencia de la Marteiliosis en el berberecho gallego,
presenta esta nueva iniciativa científica como "un proyecto que tenemos
garantías de que van a ser financiado para seguir conociendo distintos aspectos
de la epidemiología y buscar marcadores moleculares de resistencia, es decir,
proteínas, genes u otros marcadores que indiquen qué berberechos pueden ser
resistentes a la enfermedad".
Si esto se
logra se desarrollarán programas de selección "más eficaces que los
programas clásicos, que se basan exclusivamente en seleccionar individuos que
han sobrevivido a la enfermedad".
Es una
apuesta arriesgada, y sobre todo un plan que llevará tiempo, pero los
científicos insisten en que ahora mismo "la única vía que vemos para
minimizar los efectos de la Marteilia es con estirpes resistentes de
berberecho, bien porque nacen de manera natural, fruto de la selección de la
especie, o bien con programas de mejora genética para obtener estirpes
resistentes en laboratorio, siguiendo procedimientos de mejora animal".
Para ello el
CIMA colabora con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"Y ya tenemos varias líneas abiertas buscando flancos débiles con los que
atacar a la enfermedad", resalta Villalba, sabedor de que, en cualquier
caso, la selección genética de los berberechos más fuertes es una solución a
medio y largo plazo.
"Puede
ocurrir que tengamos suerte y entre en juego la selección natural, de tal forma
que empiecen a nacer berberechos resistentes -reflexiona-; si esto sucede y hay
berberechos que por si solos consigan sobrevivir la población puede recuperarse
con esos organismos tolerantes o resistentes, pero en cualquier caso también
queremos buscar esta vía en laboratorio, con programas rigurosos que nos
permitan seleccionar genéticamente ese bivalvo resistente a la Marteilia y
usarlo para repoblar los bancos".
Para lograr
en laboratorio algo parecido a la selección natural que permite resistir a los
ejemplares mejor dotados, el CIMA implica a los equipos de Patología, de
Recursos Marinos -que se ocupa de analizar la dinámica de las poblaciones de
las distintas especies- y de Acuicultura, que es el que pone a punto la
tecnología de reproducción del berberecho en criadero, para poder producir la
semilla necesaria.
"Ese es
el primer ladrillo para iniciar un programa de selección de estirpes
resistente, es decir, seleccionar los reproductores adecuados y poder sembrar
los bancos marisqueros", manifiesta este biólogo de la plantilla del CIMA.
Y en
relación con la selección genética perseguida apunta que "el berberecho
birollo ocupa las mismas zonas que el berberecho común, y sin embargo no se ve
afectado, de ahí que la investigación también trate de encontrar las bases
moleculares que determinen por qué uno es infectado y muere mientras que el
otro resiste a la infección".
Son, como
puede verse, diferentes líneas de trabajo con un objetivo común, "y
obviamente vamos a tardar en conseguir resultados que permitan luchar de manera
definitiva contra la enfermedad, pero tenemos que hacerlo y trabajamos
contrarreloj".
Paralelamente,
los investigadores gallegos mantienen el programa de vigilancia que les
permitió constatar inmediatamente que la enfermedad se había extendido desde
Arousa a Pontevedra y Vigo, válido igualmente para determinar si también
alcanza la ría de Noia, que sigue "limpia".
"Hacemos
muestreos continuos", destaca Antonio Villalba antes de explicar que
"en el CIMA también estamos colaborando estrechamente con el Intecmar
(Instituto para el Control del Medio Marino) porque tiene una red de muestreos
en todo el litoral gallego que resulta fundamental". En definitiva, que
"estamos trabajando con todos aquellos equipos y centros que nos pueden
aportar recursos que nosotros no tenemos".
Y lo mismo
opina Edgar No Couto, un biólogo de 37 años que también investiga los ataques
de Marteiliosis al berberecho y ratifica todo lo apuntado por Villalba,
haciendo hincapié en que "cada cohorte nueva de berberecho que aparece
está parasitada y ninguna de esas generaciones ha sobrevivido a este protozoo
que afecta al tubo digestivo del berberecho y le impide alimentarse
convenientemente, por lo que acaba muriéndose de inanición".
Antonio
Villalba: ´Es un parásito muy específico que de ningún modo afecta a los
humanos´
-El
berberecho se muere. ¿La situación es tan grave como parece?
-Si. La ría
de Arousa está completamente afectada por la Marteilia Cochillia y hemos
detectado también su presencia, el año pasado, en las rías de Pontevedra y
Vigo. Es un parásito que ha provocado mortandades masivas, tal y como
sospechábamos, porque se trata de una enfermedad letal. Para seguir de cerca a
esta especie de Marteilia en concreto trabajamos en varias líneas. Una de ellas
se centra en el ciclo de vida del parásito. Estamos viendo si ataca
directamente al berberecho o parasita a otro transmisor de la enfermedad.
Tenemos indicios sólidos de ello, y esto es una complicación para luchar contra
la enfermedad, pues que el parásito se encuentre exclusivamente en un bivalvo
al que le cuesta desplazarse, como es el berberecho, no es lo mismo que si
parasita a una especie móvil del zooplancton, porque ésta se puede mover y recorrer
largas distancias con las corrientes. Así es más complejo luchar contra esta
enfermedad. Incluso hemos introducido lotes sanos de berberecho de otras rías
en varias áreas afectadas, para ver si se infecta y cómo evoluciona la
enfermedad, y los resultados son desalentadores, porque se infectan rápidamente
y mueren, lo cual impide cualquier estrategia de repoblación, salvo que fuera
con berberechos resistentes o inmunes a la enfermedad, es decir, seleccionados
genéticamente. Otra cuestión muy importante y que también juega en contra del
sector y del berberecho es que esta enfermedad afecta tanto a juveniles como a
los adultos, de manera que cuando hay una nueva cohorte de reclutamiento se
infecta y mueren desde muy jóvenes, como ha ocurrido en los bancos de Os Lombos
do Ulla (Arousa), donde detectamos parásitos en febrero de 2012 y vimos que en
mayo de aquel año el 100% de los berberechos estaban infectados; en junio la
mortalidad ya era total. Cuando hubo una nuevo reclutamiento, ese mismo año,
gracias a las puestas de otras zonas de la ría, se infectaron rápidamente y en
2013 ya no hubo tampoco berberecho que explotar porque la nueva cohorte estaba
muerta. En 2014 volvimos a detectar una nueva generación de berberecho que
también murió rápido.
-¿Y cómo
afecta todo esto a la salud pública? ¿Hay algún riesgo en caso de consumo de
berberecho enfermo?
-En
absoluto. No hay ni el mínimo riesgo. La Marteilia es una parásito tan
específico que del berberecho común y ni siquiera afecta a otros moluscos que
viven con él; como tampoco a una especie del mismo género, como el berberecho
birollo. Es un parásito muy específico y de ningún modo puede afectar a los
humanos, por lo que se puede comer berberecho incluso estando infectado.
Fuente: Faro
de Vigo