Un equipo
internacional de investigadores, en el que participan científicos portugueses,
ha logrado secuenciar el genoma de la lubina e identificar una base genética de
adaptación a la salinidad y diferenciación de las poblaciones mediterráneas y
atlánticas.
Investigadores
del Centro de Ciencias del Mar (CCMAR) de la Universidade del Algarve, junto
con científicos del Instituto de Biología Molecular Max Planck de Berlín, del
Centro de Genómica de Colonia (Alemania) y de la Universidad de Montpellier
(Francia), consiguieron secuenciar y decodificar el genoma de la lubina. Esto
ha permitido conocer más datos sobre su pasado y determinar que las poblaciones
del Atlántico y del Mediterráneo empezaron a separarse hace unos 270.000 años.
La lubina
(Dicentrachus labrax) se distribuye por el noroeste Atlántico, el Mediterráneo
y el Mar Negro, y es una de las especies más importantes en términos de valor
para la pesca y la acuicultura. Se reproduce en el mar, por lo general, en la
desembocadura de los ríos. Los juveniles ingresan en los ríos y lagunas
costeras, y pueden tolerar salinidades que van casi desde agua dulce a agua
hipersalina.
El genoma
del lubina tiene 800 millones de pares de nucleótidos (las unidades más simples
de ADN), alrededor de una cuarta parte del genoma humano, distribuidos en 24
cromosomas. El número total de genes se estima en 31.500, aproximadamente el 30
% del genoma humano.
El
conocimiento del genoma, es decir, el conjunto de códigos introducidos en el
ADN cromosómico de las células, que regula la formación y el funcionamiento de
un individuo, es extremadamente valioso en muchas áreas del conocimiento, desde
la medicina a la producción animal. Facilita, por ejemplo, el descubrimiento de
las causas de ciertas condiciones, la aplicación de tecnologías de selección
genética en la acuicultura, o la identificación de poblaciones pesqueras.
El equipo de
endocrinología comparada y biología integrativa del CCMAR analizó la relación
entre el genoma y su fisiología. Los investigadores descubrieron que en el
genoma de la lubina hay varios grupos de genes con funciones relacionadas con
el control del flujo de agua en el cuerpo, y que, en conjunto, su número es
mayor que en otros peces, en especial en los que viven en forma permanente en
agua dulce o salada.
Mientras que
en el agua salada los peces tienden a perder agua, por lo que tienen que beber
agua salada y excretar las sales, que son tóxicas, en el agua dulce sucede lo
contrario. La abundancia de genes relacionados con la osmorregulación permite
al lubina adaptarse rápidamente a medios con salinidades muy diferentes.
El estudio
también mostró que la diferenciación de las poblaciones está muy ligada a las
tasas de cambio de ADN que, junto con la lejanía, dictan la diversidad
genética.
La
disponibilidad de la secuencia del genoma del lubina es considerada un paso
importante en el desarrollo de diversas tecnologías, como la selección
genética, dado que puede ayudar a mejorar la productividad y la sostenibilidad
de sus sistemas de producción.
Los
resultados de esta investigación fueron publicados en la prestigiosa revista
Nature Communications.
Fuente: Fis.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario