Un equipo de científicos ha desarrollado una herramienta que permite rastrear dónde nacieron los salmones y los lugares en que estuvieron mientras crecían en los ríos y arroyos.
En este estudio, publicado en la revista Science avances, investigadores de las universidades de Utah, Washington y Alaska Fairbanks, y del Servicio Geológico de Estados Unidos analizaron las proporciones de isótopos de estroncio en los otolitos -también conocidos como piedras del oído o huesos del oído- de 255 salmones chinook capturados en el suroeste de la bahía de Bristol, en Alaska.
El estudio permitió determinar dónde nacieron y pasaron un tiempo los peces en siete grupos diferentes de entre dos y cinco arroyos de la cuenca del río Nushagak, el tercer río más grande del oeste de Alaska.
"Esto podría ser útil para la protección de los peces y para saber cuántos salmones podemos tomar de la naturaleza", señaló el geoquímico Diego Fernández, coautor del estudio.
Los investigadores que participaron en la investigación sostienen que esta nueva herramienta puede ayudar a identificar los hábitats críticos de peces amenazados por el cambio climático, el desarrollo industrial y la pesca excesiva.
"Estudios genéticos del salmón capturado en agua salada habían determinado previamente la cuenca donde nacieron los peces, pero no grupos de arroyos y tampoco dónde pasaron el tiempo a medida que se desarrollaban", señaló el geoquímico Thure Cerling, también de la Universidad de Utah y coautor del trabajo.
Los científicos hicieron hincapié en que el salmón salvaje está bajo presión en todo el mundo por parte de muchos intereses.
"Las perturbaciones a las poblaciones de salmón pueden variar ampliamente, desde disturbios a gran escala debido a un clima que cambia rápidamente, a perturbaciones de menor escala, tales como la pérdida de hábitat o la contaminación, por el desarrollo industrial, de las corrientes de agua dulce que son las zonas de desove del salmón", explica el autor principal del estudio, Sean Brennan, graduado en Biología en la Universidad de Utah y ahora investigador de la Universidad de Washington.
El estudio halló que el 71 % de los salmones chinook analizados provenía de sólo tres de los siete grupos de arroyos de la cuenca del Nushagak.
Mediante un seguimiento de los peces a través de sus proporciones de isótopos de estroncio, los investigadores descubrieron que el salmón chinook tenía cuatro historias de vida distintas:
- el 72 % se quedó en el lugar de nacimiento hasta que nadó río abajo hasta la bahía de Bristol y el Pacífico;
- el 17 % se quedó en su mayor parte donde nació, a excepción de incursiones breves aguas abajo en la parte inferior del río Nushagak justo antes de nadar hacia el mar;
- el 7 % nadó hacia otro arroyo diferente al de nacimiento y se quedó allí hasta salir al mar;
- el 4 % abandonó su lugar de nacimiento por otro arroyo, y luego incursionó en en la parte inferior del río antes de dirigirse hacia el mar.
Los investigadores creen que su método puede funcionar para otras especies de salmón y peces y en otros entornos donde la geología produce proporciones variables de isótopos de estroncio en diferentes arroyos.
Fuente: FIS.com
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