Guy Peters no viajó a Asturias para pescar salmones en las
cuencas del Principado y llevarlos a su cocina. Cuando decidió comprar un
billete de avión con un amigo lo hizo porque quería conocer qué era eso del
campanu, "pero sin hacer daño a la Naturaleza". Por eso, ni corto ni
perezoso, devolvió al río Narcea un salmón de 10 kilos.
La novia de Peters es de origen gallego, y por ella conocía
algo de la historia y la fama de las cuencas salmoneras asturianas. Así que el
joven inglés desembarcó el pasado viernes en el aeropuerto de Asturias y se
desplazó directamente al lugar donde creyó que podría sacar su licencia de
pesca para ir al río Narcea a probar suerte. "Pero para los extranjeros no
es tan fácil", explica el gerente del grupo de desarrollo rural Bajo
Nalón, Juan Antonio Lázaro, quien se desplazó con el inglés hasta la Consejería
de Agroganadería para poder tramitar el título el mismo viernes. Lo logró esa
mañana, la misma en la que Guy Peters pescó un salmón de 10 kilos que no quiso
matar "por respeto a la Naturaleza". Una sorpresa para la mayor parte
de la gente que estaba en ese momento en un tramo libre del río Narcea, cerca
del pozo de la Bouza.
En una Asturias donde se suele defender la pesca con muerte,
el inglés decidió soltar de nuevo el pesado ejemplar. Su hazaña fue objeto de
comentarios y diana de cámaras de teléfono que inmortalizaron el momento.
Juan Antonio Lázaro, que acompañó al inglés durante su
peripecia, explica que el visitante extranjero "no podía entender eso de
matar un pez que puede ser tan importante para la especie precisamente por su
tamaño". Así que lo dejó ir de nuevo por las aguas dulces. "Sus
costumbres son diferentes, no van al río con la intención de pescar el pez más
grande para después cocinarlo. Para él la pesca es un deporte que tiene que
contar con la Naturaleza, y matar al ejemplar que puede ser importante para el
desove no encaja", añadió Lázaro. El inglés repitió jornada de pesca el
sábado, esta vez para probar con las truchas, pero no tuvo suerte. Juan Antonio
Lázaro detalla que las dos que él pescó en compañía del inglés se devolvieron al
río. Durante las dos jornadas que compartió con el joven que de alguna manera
casi se ha hecho famoso en Asturias "pude comprobar que hay culturas muy
diferentes". El gerente del grupo de desarrollo rural Bajo Nalón se lleva,
de hecho, un "buen" recuerdo. Conserva varias fotos del momento en el
que el inglés decidió soltar al ejemplar, con todos los cuidados posibles,
después de "jugar" con él en el río Narcea.
Fuente: Lne.es
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