Un ejemplar de tiburón azul, también llamado tintorera,
apareció esta mañana muerto en la playa de San Xurxo. Apenas causó revuelo,
porque se trata de una cría que no llega a los 40 centímetros, pero en la que
se reconoce perfectamente a la especie. El responsable de la Coordinadora para
o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA) y autor de un libro sobre estas especies
se hizo cargo del cuerpo del escualo y precisó que este varamiento se pudo
deber a las mismas causas que los registrados hace apenas unos días en la playa
de Balarés de Ponteceso.
Según este experto en esta época nacen crías que a veces no
superan las migraciones que esta raza realiza durante los meses de verano. «En
algunos casos los ejemplares adultos se acercan a las islas que topan en su ruta
y en este caso pudo ser A Gabeira la que buscaban», precisa un estudioso que
tampoco descarta que el ejemplar sea un descarte de pesca, ya que se trata de
una especie comercial, pero que no interesaría por su escaso tamaño.
El tiburón tintorera es alargado y se caracteriza por tener
ojos grandes, además de una mandíbula alargada con la que puede morder sin
levantar la cabeza. Se alimentan de otros peces y por eso las madres pierden el
apetito poco antes de parir, para evitar alimentarse a sus propias crías. Sin
embargo, las tintoreras son completamente independientes al nacer e
instantáneamente buscan refugio de los depredadores, entre ellos sus propios
padres. Al nacer miden poco más de 40 centímetros, pero cuando llegan a la
etapa adulta superan los tres metros y pueden recorrer 5.000 kilómetros
buscando presas para alimentarse.
Fuente: La Voz de Galicia
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