El sector mejillonero de Arousa está preocupado por los
desprendimientos del bivalvo que se están registrando en varias bateas de la
zona, un problema que no es nuevo, pero que este año se ha intensificado.
Los productores explican que los mejillones no logran
adherirse con fuerza suficiente a las cuerdas en las que son cultivados, por lo
que se sueltan y acaban en el fondo del agua.
Una causa posible de estos desprendimientos sería la
presencia de un gusano marino que suele cohabitar con este molusco bivalvo, al
que los mejilloneros llaman 'cacahuete'
y que este año parece ser mucho más abundante que en otras ocasiones.
El sector dice que la acción de este gusano, sumada a los
cierres de los polígonos debido a la presencia de marea roja, ocasionan que el
mejillón esté muy débil para sujetarse correctamente a las cuerdas, informó el
diario La Voz de Galicia.
Los productores de mejillón esperan que el proyecto de
investigación Mytiga, que han comenzado a desarrollar el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y el Consejo Regulador del Mejillón de
Galicia, ayude a determinar por qué se desprenden estos bivalvos, entre otras
cosas.
El objetivo de este estudio es realizar un análisis sobre
cómo el cambio climático está alterando los ciclos de cultivo del mejillón
Mytilus galloprovincialis.
En el marco del estudio se llevará a cabo un monitoreo
constante de la producción de mejillón en la ría de Arousa, para cuantificar
los desprendimientos que sufren las cuerdas de cultivo y su evolución a lo largo
del ciclo productivo del mejillón gallego.
Cinco bateas de la ría han sido seleccionadas para los
controles, que se realizarán cada 21 días.
Los expertos harán un seguimiento de la condición de los
moluscos, de la fuerza del biso y de la flora y la fauna con la que comparte su
espacio.
Se instalarán sensores que tomarán datos sobre el estado de
los bivalvos, y otros registrarán información ambiental como oleaje, turbidez
del agua, salinidad o temperatura en el entorno de la batea.
Mientras tanto, los últimos analisis realizados por el
Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar) en
las rías gallegas indican que la toxina lipofílica se resiste a remitir.
Esta semana hubo más cierres en los polígonos de mejillón,
por lo que solo permanecen abiertos los de la ría de Arousa -Ribeira B; A Pobra
G, B, C, E.1; Vilagarcía A; Cambados A2 E, A1, D; y O Grove A-, informó el
diario Faro de Vigo.
Fuente: Fis.com
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