A finales
del año pasado la Generalitat recibió varios avisos alertando de la presencia
de diferentes ejemplares de pez globo (fugu o fuku) en el litoral catalán. La
alerta se extendió por el País Vasco y por Asturias hasta llegar a Galicia.
Solo unas horas después de que ayer trascendiera la captura de un ejemplar de
pez globo en Oza, dos pescadores mariñanos relataban la aventura del día en el
que ellos pescaron otro ejemplar entre Cangas de Foz y Burela.
Fue el
pasado 19 cuando Iván Casas y Victorino Jul disfrutaban de una jornada de
pesca, en lancha y a la cacea. «Andabamos ao peixe serra. E, aínda que son
afecionado á pesca e ao submarinismo, era a primeira vez que vía un exemplar de
pez globo. Tiña lido e visto documentais sobre el, sabía da súa toxicidade,
pero nunca vira nengún», confesaba ayer Victorino Jul, que asegura que el
ejemplar, de unos cuarenta centímetros, lo capturaron casi en superficie. Lo
subieron a la embarcación y fue en ese momento, quizás al sentirse atacado,
cuando el animal comenzó a aumentar de tamaño, a hinchar: «Era moi bonito e
acadou un tamaño similar ao dun balón de fútbol sala».
Tras tomar
fotografías, ambos pescadores optaron por devolverlo al mar. Confiesan que es
un ejemplar inconfundible, con textura bastante dura y alertan a los pescadores
con menos experiencia sobre lo peligroso que puede resultar su consumo.
Victorino
Jul reconoce que fue su primer avistamiento de un ejemplar de pez globo, pero
asegura que en los últimos diez o quince años los pescadores son testigos de la
llegada a la costa mariñana de otras especies de aguas más cálidas. Además de
los avistamientos de escualos, cita el caso del dentón: «Dende hai uns dez anos
xa se vén por aquí, principalmente no verán, cando entran correntes de augas
máis cálidas». Otra especie que también se avista es el pez ballesta, de aguas
tropicales y templadas.
Algunos
expertos aseguran que el pez globo figura entre los vertebrados más venenosos,
alegando que ciertos órganos internos, como el hígado y a veces la piel,
contienen tetradotoxina o tetrogodina y son sumamente tóxicos para la mayoría
de los animales que los consumen. En Japón, la carne de algunas variedades es
considerada un manjar, pero debe ser preparada por chefs especialmente
entrenados que saben qué parte puede ser consumida y cuánta cantidad es seguro
ingerir. Y todo, para evitar intoxicaciones e incluso la muerte. Y además, la
Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición prohíbe el
consumo de las especies tóxicas de la familia fugu en restauración. El
Instituto Español de Oceanografía asegura que esta especie entró en el
Mediterráneo oriental por el canal de Suez y se ha establecido hasta llegar a
afectar a especies autóctonas.
Fuente: La
Voz de Galicia
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