Una nueva
investigación sobre los posibles efectos que una dieta abundante en pescado
podrían tener sobre el riesgo de que una persona sufra de depresión revela que
existe una clara relación entre el consumo de una cantidad importante de
pescado y la salud mental, tanto en hombres como en mujeres.
Los
científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Qingdao que
trabajaron en este estudio analizaron 26 trabajos publicados entre 2001 y 2014,
en los que participaron 150.278 personas, informó Medical Daily.
Los
resultados de su trabajo fueron publicados en la revista Journal of
Epidemiology & Community Health.
Los
investigadores explican que, tras un análisis exhaustivo de todos los
resultados de los estudios seleccionados, encontraron que 12 mostraban una
asociación significativa entre el consumo de pescado y la depresión, que
representaba una reducción del 17 % en el riesgo de depresión entre aquellos
que comían más pescado.
Además,
sostienen que el consumo de pescado podría ser utilizado como una forma de
prevenir o evitar los síntomas de depresión antes de que comiencen.
Estos nuevos
resultados ofrecen una posible explicación de este vínculo: que los ácidos
grasos omega-3 que se encuentran en el pescado pueden ser fundamentales en la
actividad de la dopamina y la serotonina, dos sustancias químicas de
señalización en el cerebro que se cree participan en la depresión.
Otra
posibilidad es que las personas que comen mucho pescado tengan una dieta
general más saludable, y que sus proteínas de alta calidad, vitaminas y
minerales resulten beneficiosas para la salud mental.
"La
asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión es
controvertida", reconoce uno de los investigadores que participó en el
nuevo análisis, el profesor Dongfeng Zhang.
"Además,
un meta-análisis publicado recientemente indica que un patrón de dieta
saludable, caracterizado por un alto consumo de frutas, verduras, pescado y
granos enteros, está asociado de manera significativa con un menor riesgo de
depresión. Sin embargo, todavía no está claro qué componente del patrón de la
dieta sería responsable del efecto protector", explica Zhang.
"Se han
publicado varios estudios en los que el pescado, como una fuente importante de
ácidos grasos poliinsaturados-n3 (AGPI n-3), que pueden desempeñar papeles
importantes en la estructura y función neural, es asociado con la
depresión."
"Sin
embargo, otros no han hallado una asociación entre el consumo de pescado y el
riesgo de depresión", agrega el profesor.
Uno de los
estudios anteriores sobre relación entre el consumo de pescado y el cerebro,
publicado en Nature Communications, centrado en el estudio de jóvenes que se
encontraban en situación de riesgo de padecer esquizofrenia psiquiátrica,
determinó que el consumo de aceite de pescado los ayudó a prevenir la aparición
de esta grave enfermedad, informó el periódico inglés The Mirror.
En otro
estudio, un equipo de científicos de la Universidad de California en San
Francisco encontró que con una dieta rica en pescados grasos se pueden reducir
los factores de riesgo más comunes para el desarrollo de la enfermedad de
Alzheimer, un trastorno cerebral irreversible y progresivo que destruye la
memoria y las habilidades de pensamiento.
Estos
científicos determinaron los nueve factores de alto riesgo después de examinar
300 estudios, y al hacerlo descubrieron también que la mejor manera de proteger
el cerebro era comiendo sano. Por eso, el equipo de investigación recomendó
seguir la dieta mediterránea, que es rica en pescados grasos que contienen
omega-3, como el salmón, las sardinas y las anchoas.
Fuente:
Fis.com
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