miércoles, 11 de mayo de 2016

El pescador del campanu asturiano 2016: “El dinero, sí, pero la satisfacción...”





El Coto de La Volta, en el Eo, llevaba agua suficiente como para albergar algún salmón. El pescador de Pontedeume, Guillermo Maraño, comenzaba sus primeros lances al alba y notaba la primera picada.

Un salmón pequeño, que no daba la medida, y tenía que ser devuelto al agua. Eran las 7.25 de la mañana. Un par de varadas más, y el campanu asturiano, el primer plateado de la temporada en la vecina comunidad, era capturado por un gallego.
“No peleó mucho, era fresco, con pulgón, y se ve que había llegado a La Volta de un tirón, porque a los cinco minutos estaba en la sacadera”, comenta este pescador que puede poner una muesca en la caña y guardar para siempre la cucharilla con la que puso en tierra al preciado pez.
“Había bastante agua y creíamos que podría haber algún salmón. Fue debajo de la pasarela, al décimo lance, ya sabes como es esto... La fortuna”, explica con una gran dosis de modestia. Pero el caso es que el primer salmón del principado tiene nombre gallego. Pesó 4,1 kilogramos y, rápidamente, se sabía que era el campanu. “Me lo dijo Tomás, el guarda: ‘vámonos para Cornellana que es el primero’ y así fue”, rememora Maraño en su gran día de pesca.
Hace años se llegaron a pagar más de 10.000 euros por el primer salmón de Asturias, el único que se puede vender (ahora hay dos campanus porque también se subasta el del Sella). Este fueron ‘solo’ 3.700 euros, el más barato de la historia.
“Lo del dinero sí, está bien, no lo vamos a negar. Pero la satisfacción no me la quita nadie, ningún pescador, sea o no asturiano. Ya sé que la pesca del salmón es una lotería y se juntan muchos factores, me tocó a mí y esa satisfacción me acompañará toda la vida. Esto es lo más de lo más”, comentaba feliz este eumés que, además, preside la sociedad de pescadores del Eume, un río que, hace setenta años, era frecuentado por aficionados de toda España detrás de sus ya extintos salmones a causa de la presa y la contaminación.



Fuente: El Ideal Gallego

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