A bote pronto puede que los salmones transgénicos no nos
parezcan un bocado muy apetitoso, pues es un producto que despierta
susceptibilidades. Sin embargo, su andadura por los mercados acaba de empezar,
sobre todo en EEUU y Canadá cuyas respectivas agencias de seguridad, como la
FDA y la Health Canada, han dado el visto bueno a su comercialización. La
agencia estadounidense fue la más tempranera pues lo aprobó en noviembre de
2015 y la canadiense en mayo de 2016.
Pero vayamos por partes. En concreto, dicho salmón pertenece
a la empresa estadounidense, afincada en Massachusetts AquaBounty. Sus
creadores llevan la friolera de 30 años esforzándose por obtener el beneplácito
de las agencias de seguridad alimentaria para ponerlo a la venta en los
mercados. No en vano, fue creado en 1989. En definitiva, paciencia no les ha
faltado a los científicos que lo han hecho posible, pues el ansiado sí por fin
ha llegado.
Unos de los primeros en degustarlo -para bien o para mal-
fueron los canadienses, pues en 2017 en este país se pusieron a la venta cinco
toneladas de salmón transgénico. Además, los consumidores no tenían manera de
saber que había sido modificado genéticamente. A este respecto, parece que la
compañía ha cambiado de parecer y está estudiando la manera de informar acerca
de este particular a los consumidores. Lo cierto es que la agencia de salud de
Canadá únicamente exige un etiquetado para los productos alimenticios donde se
hayan identificado riesgos claros para la salud o haya cambios nutricionales
significativos en el producto. Ninguna de estas situaciones se observa en el
caso del salmón.
¿Y por qué los salmones transgénicos son tan interesantes?
Pues porque hablamos de ejemplares modificados que son capaces de madurar en
tan solo 18 meses, cuando lo habitual son 30. Esto es posible porque combina el
ADN de tres especies: salmón salvaje del Atlántico, junto con material genético
del salmón chinook y un gen de la proteína anticongelante de un pez anguila
bentónico (Zoarces americanus) que vive en el Atlántico Norte. Gracias a esta
amalgama genética el pez puede alcanzar el tamaño adulto más rápidamente y, por
lo tanto, su producción resulta menos costosa para la empresa. Debemos tener
presente que el salmón AquAdvantage no es mayor que los ejemplares no
transgénicos, simplemente alcanza al tamaño máximo en la mitad de tiempo.
¿Es seguro su consumo?
Pues tenemos dos agencias, tanto en los Estados Unidos como
en Canadá, que han llegado a la misma conclusión y es que, según los expertos
de ambos organismos, este salmón es seguro. “Los alimentos transgénicos que han
obtenido el permiso de comercialización, han sido evaluados según tres
criterios: contenido nutricional, potencial alérgico y toxicidad. Sin duda, son
los alimentos más evaluados en toda la Historia. Actualmente, no hay datos
científicos que indiquen que los alimentos transgénicos representen un riesgo
para la salud del consumidor”, destacan en un artículo de la Fundación para el
Conocimiento madri+d.
Sin embargo, se temen sus repercusiones en el medio
ambiente, pues a pesar de que este salmón ha sido esterilizado, siempre hay un
margen de error. “Las metodologías de esterilización no son eficaces al 100% y
existe una gran variación en los resultados entre grupos de animales”, explican
esta web los expertos. Por lo tanto, no es descabellado que el salmón
modificado genéticamente, según exponen en esta misma fuente, escape y “pueda
cruzarse con los salvajes liberando sus genes de la hormona del crecimiento a
las poblaciones salvajes con resultados impredecibles”.
Por este motivo, las instalaciones donde se cría este salmón
se convierten en un auténtico fortín. No en vano, debido a que un pequeño
porcentaje de salmón podría reproducirse, se necesitan métodos de contención
adicionales para garantizar que los huevos o los peces no se escapen. "Sus
instalaciones utilizan numerosas capas de filtros, pantallas y redes. El cloro
se usa en los desagües para matar los huevos. Las instalaciones se inspeccionan
a diario y existen procedimientos operativos estándar para cada proceso en cada
instalación", explican en la web especializada Biofortified.
Los métodos de esterilización no son eficaces al 100% y
existe gran variación en los resultados
AquaBounty también anda bien surtida de seguridad para
protegerse contra el sabotaje humano. Las instalaciones tienen cámaras de
seguridad. Así, en Panamá emplean perros guardianes y cercas alrededor de cada
propiedad que están rematadas con alambre de púas, entre otras medidas. Cabe
destacar que la empresa produce los huevos en sus centros de EEUU y en Isla del
Príncipe Eduardo (Canadá) y los transportan hasta esta planta terrestre situada
en Panamá donde los engordan hasta que alcanzan el tamaño comercial. Luego se
procesan en filetes y son enviados a EE.UU. para su venta.
En opinión de los desarrolladores de este salmón, este
pescado se acomoda perfectamente a las necesidades climáticas actuales:
"El salmón se puede cultivar cerca de los principales mercados de los
consumidores de manera más eficiente y con una huella de carbono
significativamente más reducida que la que presentan los métodos
convencionales".
Lo cierto es que no llueve a gusto de todos y en 2015, una
coalición integrada por ambientalistas, consumidores y organizaciones de pesca
comercial y deportiva interpuso una demanda contra la FDA, por haber aprobado
la venta y consumo de un salmón del Atlántico transgénico. Incluso afirman que
no se ha tenido en cuenta la opinión de expertos en peces transgénicos, así
como tampoco se ha recabado el parecer de los biólogos de las agencias de fauna
de EE.UU. Todos ellos temen por el impacto ecológico de los citados peces en
los ecosistemas.
¿Y qué pasa en Europa?
En principio, la posibilidad de acabar hincándole el diente
a un salmón transgénico en España parece bastante remota. De hecho, la
legislación europea es mucho más restrictiva en este sentido que sus homólogos
estadounidenses y canadienses.
No obstante, el hecho de que este pescado ya se encuentre
disponible en los mercados citados puede ayudar a decantar la balanza. La Unión
Europea está observando con interés la acogida del salmón AquaBounty en estos
países. La información que obtenga le ayudará a decidir acerca de una posible
llegada del pescado "transgénico" al continente, según recoge un
documento público del organismo europeo.
Fuente: www.alimente.elconfidencial.com
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