Con la
aparición de múltiples y sofisticados señuelos de todas las formas y colores,
la tradicional cucharilla giratoria parece haber pasado a un segundo plano o
relegada a una pesca para principiantes.
Sin embargo,
esto no tiene porqué ser así pues si bien es cierto que pocos señuelos resultan
tan fáciles de emplear no es menos cierto que su efectividad está más que
demostrada sin envidiar los resultados de otros señuelos mucho más técnicos.
A
continuación repasamos algunos consejos para sacarles el máximo partido y
mejorar nuestros resultados de pesca.
LA
CUCHARILLA GIRATORIA
Las
cucharillas giratorias son aquellas que van unidas por un único extremo a un
alambre que soporta el anzuelo (que normalmente será triple). De esta forma,
basan su acción en el giro constante de la pala sobre el alambre que actúa como
eje.
Este tipo de
cucharilla es la más utilizada para la pesca de salmónidos en agua dulce,
viendo reducida su efectividad notablemente en su uso en el mar, sobre todo si las
comparamos con las ondulantes. Aún a pesar de ello, pueden depararnos
magníficas jornadas de pesca en la costa.
El principio
de su éxito es sencillo: una paleta giratoria de metal, que va montada sobre un
cuerpo también metálico, plomado o no, con o sin adornos (cuentas de colores,
penachos de distintos materiales etc.). La paleta gira por efecto de la
corriente del agua sobre el cuerpo de la cucharilla.
Se
diferencian en dos grandes grupos:
– Las de
paleta fina y alargada,
– Las de
paleta ancha y redondeada.
Se suele
decir que las de paleta fina imitaban a un pez y las que la tenían redondeada
imitaban a un insecto.
El manejo de
ambas difiere: las paletas redondas ofrecen mayor resistencia en el agua y
girarán bien aunque las traigamos más lentamente o la corriente sea menor. Cuanto
más fina sea la paleta, el efecto contrario se acentuará y el trabajo en la
puntera será también menor.
Sea cual sea
el modelo elegido, cabe destacar la enorme facilidad de uso, que las hace adecuadas
para cualquier pescador, sea cual sea su capacidad técnica.
LA ELECCIÓN
DE LA CUCHARILLA
Si nos
dirigimos a comprar por primera vez una cucharilla para pescar podremos
volvernos locos con la gran variedad de modelos que el mercado nos ofrece:
diferentes colores, formas, tamaños... ¿Cómo saber cuál de ellas es la más
adecuada? La forma de la pala, junto con el peso y el tamaño van a ser
determinantes en nuestra elección. El color, es secundario, si bien puede marcar
la diferencia ante peces muy pescados. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
– Debemos
considerar las características del río: la cucharilla se seleccionará en
función de la masa de agua donde vayamos a pescar: para zonas profundas y
anchas se usan cucharillas pesadas de números que vayan del 2 al 5. Sin embargo,
para ríos poco caudalosos los números 0 y 1 llegan de sobra.
– Tamaño de
la captura: si nos encontramos en ríos que alberguen ejemplares de gran tamaño,
deberemos utilizar cucharillas de números 3, 4 y 5. Si pescamos en ríos
montañosos, donde las truchas serán más pequeñas, utilizaremos cucharillas
pequeñas de los números 1 y 2.
–
Climatología: como norma general, en días claros usaremos cucharillas con fondo
dorado; pero si el día está nublado, se
recomiendan las cucharillas de fondo plateado.
– Época del
año: a principios de temporada, los ríos suelen bajar mucho más altos de agua y
además los días suelen estar más nublados, lo que, según lo dicho
anteriormente, la cucharilla a seleccionar será grande y plateada. A medida que
se acerca el verano, el caudal del río va a menos y los días son más claros, deberemos
cambiar a cucharillas más bien doradas.
– La
corriente: si la corriente es fuerte, optaremos por una cucharilla con forma de
hoja de oliva. Para lagos, embalses y demás zonas sin corriente, optaremos por
cucharillas de pala normal.
– Conviene
saber que existen cucharillas especialmente diseñadas para las corrientes muy
rápidas.
– Las
cucharillas doradas también se deben utilizar si nos encontramos ante fondos pedregosos
o arenosos.
– Las
cucharillas negras deben ser utilizadas cuando el agua es muy clara. Se suele decir
que las negras que tiene puntos amarillos o rojos son las más adecuadas para la
pesca de la trucha.
–En aguas
profundas, turbias o muy turbulentas se suelen detectar mejor las cucharillas grandes.
En resumen
debemos pescar con la cucharilla más ligera que nos permita pescar dependiendo
de la corriente y la profundidad. Una cucharilla demasiado pesada hace mucho
ruido al caer, además un señuelo pesado es más propenso a a desclavarse que uno
liviano, a pesar de que a veces no queda más remedio que añadir peso para poder
profundizar lo suficiente, en cuyo caso
debemos valorar el uso de cucharillas con cuerpo de tungsteno.
ADORNOS DEL
SEÑUELO
En el
mercado abundan diversidad de modelos tanto con adornos como sin ellos tanto en
el cuerpo como en el anzuelo triple.
Estos
adornos suelen hacer la cucharilla más atractiva para el pescador pero no necesariamente
para el pez...si bien es cierto que puede ayudar a disimular el anzuelo.
En algunos
casos incluso pueden ser útiles para determinadas situaciones de pesca, por
ejemplo si pescamos en pequeños ríos o arroyos de montaña “lanzando a
ballesta”, puede ser una gran idea usar cucharillas con plumas en el triple
para sujetarla sin miedo a engancharnos durante el lance.
EL EQUIPO
DEL PESCADOR DE CUCHARILLA
Dejando de
lado la cucharilla en cuestión, de cuya elección hemos hablado anteriormente,
las características del equipo que todo pescador de cucharilla debería tener
son:
– Caña: lo
que deberemos exigir es, fundamentalmente, el peso: la ligereza es fundamental
(de 100 a 150 g.). Por eso se
recomienda que como material seleccionemos el grafito o el carbono. En cuanto a
la longitud, variará en función del río donde vayamos a pescar. Si se trata de
un río enmarañado, se necesitará que la caña sea corta (de 1,40 a 2,10 m.)
– Carrete:
deberá ser, ante todo, rápido, con un ratio de, por lo menos, 5 a 1. También
deberá ser ligero y con una capacidad de albergar un mínimo de 150 metros de un
hilo de diámetro 0,20 mm. Un tamaño 1000 o 2500 será más que suficiente.
– Hilo: hay
que conocer una máxima: cuanto más fino sea el hilo, más fácil será de lanzar.
A pesar de eso, debemos tener en cuenta que la disminución del diámetro
conlleva una pérdida de resistencia. Por ello teniendo en cuenta el tipo de
capturas presentes en la zona seleccionaremos el diámetro más bajo que podamos
utilizar sin comprometer la recuperación de la captura. Si optamos por trenzado
podemos bajar hasta 0,08 mm sin problemas.
En general
debemos pescar lo más ligero que podamos pero sin pasarse. Necesitaremos un
punto de rigidez en la caña para clavar con facilidad y sentir en el blank que
nuestra cucharilla está girando, pero a la vez una caña blanda y rápida en
acción de pesca parabólica o semiparabólica en combate.
CLAVES PARA
CONSEGUIR RESULTADOS
Sin duda
estamos ante un señuelo bastante fácil de emplear con ciertas garantías, por
ello muchos pescadores piensan que una cucharilla simplemente se lanza y se
recoge sin más, sin apenas variables a tener en cuenta, ni técnicas o
estrategias.
Sin embargo
esto no es del todo cierto, a continuación intentamos resumir algunas de las
claves más importantes que nos ayudarán a obtener mejores resultados si
queremos probar suerte con la cucharilla.
A nivel
teórico la técnica de pesca es muy sencilla de describir y consiste en lanzar
la cucharilla a un punto determinado del agua, para después recobrarla
haciéndola rodar sobre sí misma. Dicho así parece muy sencillo, la complejidad
aparece cuando tratamos de colocar la cucharilla en un punto justo y en el
momento exacto... Para ayudarle en este objetivo, le comentamos los siguientes
puntos:
– La gran
mayoría de las picadas se producen cerca del fondo (sobre todo si nuestro
objetivo de pesca es la trucha).
– El lance
debe adecuarse a la época del año en la que nos encontremos: en invierno, con
las aguas más frías, los peces suelen permanecer más pegados al fondo. Con la
llegada del buen tiempo y el aumento en la actividad del ecosistema, aumentan
las posibilidades de localizar la captura a prácticamente cualquier
profundidad.
– Siempre es
preferible pescar aguas arriba, lanzando en sentido contrario a la dirección de
la corriente. De esta forma, la propia fuerza de la corriente colaborará con
nosotros, ayudando para que la cucharilla baje al fondo. Muchos pescadores que
empiezan a lanzar su cucharilla siempre lo hacen aguas abajo, ya que la propia
acción de la corriente mueve la pala de la cucharilla mejor y es más fácil su
manejo. Sin embargo no es lo más efectivo ya que normalmente iremos asustando a
los peces aguas abajo además de que la cucharilla, al ser retenida contra
corriente suele navegar muy superficialmente.
– Intente
recoger siempre un poco más rápido de la velocidad que lleve la corriente. Para
comprobar que es así, fíjese en la tensión del hilo: nunca debe estar flojo.
Pero a la vez debemos recoger lo más lento posible, a la velocidad mínima a la
que las palas giren (recuerde que las palas anchas giran mejor).
– El lance
deberá realizarse siempre un poco más arriba del lugar donde intuyamos que
pueda encontrarse la pieza, para dar tiempo a que la cucharilla alcance la
profundidad adecuada antes de pasar justo por delante de la trucha.
– La
recogida deberá llevar siempre un ritmo constante, sin parar en ningún momento,
ya que de hacerlo corremos el riesgo de que la cucharilla se hunda y termine
enganchándose con cualquier elemento; además si tenemos la suerte de que un pez
está siguiendo nuestra cucharilla y paramos su movimiento, de inmediato ser
dará cuenta del engaño y perderemos la captura.
De hecho, el
éxito de esta técnica depende en gran parte de ser capaz de mantener la correcta
velocidad durante la recogida de la cucharilla.
– Si pesca
en un río, pruebe suerte en cualquier remanso que se produzca en sus lados.
– Si pesca
en un embalse, busque las zonas en las que la profundidad sea máxima. En los
embalses conviene probar siempre con lances en “abanico”, esto es: situado el
pescador en un punto fijo, irá lanzando varias veces, variando el ángulo de
lanzado de cada vez unos 30º.
Fuente: a-alvarez.com
Fuente: a-alvarez.com
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