Un golpe de mar se llevó ayer a tres jóvenes que pescaban en la costa de Cedeira, cerca de punta Candieira. Uno de ellos salvó la vida permaneciendo a nado tres horas hasta que lo rescató un pesquero que faenaba en la zona; otro murió y el tercero continúa desaparecido. Todos ellos son menores de 30 años, trabajadores de la construcción y pescadores aficionados.
Fabio da Silva, portugués de 23 años afincado en la villa cedeiresa desde hace cuatro, salió ayer a pescar con su compañero y amigo Andy (Andrés Cabanas Ramos), con el que trabaja en la misma empresa, y con José Manuel Deus González, Josechu, el más experto de los tres. Eran las nueve de la mañana cuando llegaron al punto elegido, unas rocas situadas entre el faro de punta Candieira y la entrada a la ría de Cedeira. Parece que arriesgaron mucho bajando hasta «as penas», como dicen los vecinos del lugar.
Lo cierto es que un solo golpe de mar, una ola, se llevó primero a uno de los chicos y luego a los otros dos.
En el mismo embate. De los tres, únicamente Fabio consiguió mantenerse a flote hasta cerca de las doce de la mañana, cuando pasó cerca el pesquero Ardilosa, patroneado por Juan Manuel D. M., y consiguió que lo vieran. Los dos tripulantes del barco fueron quienes dieron la voz de alarma que puso en marcha un amplísimo dispositivo de salvamento. El Ardilosa fue también el que halló flotando el cadáver de José Manuel Deus, vecino de la parroquia de Regua, adonde se trasladó tras casarse con una chica del lugar, porque era originario de la zona de Ferrol. Pero Andrés Cabanas, Andy, que el patrón del barco supo que faltaba por boca del superviviente, no fue encontrado por ninguna parte, por lo que el Ardilosa siguió rumbo a puerto.
A última hora de la tarde continuaba la búsqueda, por mar y tierra. Un helicóptero rastreó también, sin éxito, la escarpada costa, cercana a los grandes acantilados de San Andrés de Teixido. El cadáver de José Manuel Deus fue desembarcado en el puerto de Cedeira y trasladado a un almacén. Sobre las tres de la tarde, un forense de Ferrol autorizó el levantamiento para su traslado y poder realizarle la autopsia. Fabio da Silva, que estuvo tres horas en el agua, fue llevado al Hospital Arquitecto Marcide, de Ferrol, afectado de hipotermia. Anoche se recuperaba sin problemas.
A partir del mediodía, tras la voz de alarma dada por el pesquero, se puso en marcha un amplísimo dispositivo de búsqueda del desaparecido. Por tierra actuaron equipos de Protección Civil y el Grumir local, junto a la Guardia Civil y los agentes de la Policía Local de servicio, que también intervinieron en algunas tareas.
Por aire lo hacía el helicóptero Helimer 210. Por mar acudió desde Cariño la lancha Salvamar Xaula, además de la embarcación de la Cruz Roja de Cedeira (LS Langosteira). Ni unos ni otros vieron a Andy, cuyos padres son de la zona de San Isidro, en el municipio de Cedeira.
A pie de muelle, algunos familiares aguardaban noticias o permanecían en el lugar a la espera del levantamiento del cadáver rescatado, muy afectados por lo ocurrido. David, hermano de la madre de Andy, comentaba que su sobrino sabía nadar y que también sabía lo que hacía cuando iba de pesca, porque no era la primera vez. Según señaló, los tres jóvenes no actuaban de forma imprudente en esta peligrosa costa.
Se da la circunstancia de que antes de pasar el Ardilosa, otros barcos pequeños, deportivos y profesionales, navegaron cerca de Fabio da Silva sin que lo viesen. Es posible que Juan Manuel, el patrón, que es también hermano de otro patrón que tuvo a su cargo la lancha de salvamento local de la Cruz Roja, navegue siempre con ojo avizor, por ese sentimiento de solidaridad de los hombres del mar. No se sabe aún la hora exacta en que ocurrió el accidente, porque resistir tres horas a la temperatura actual del mar en la zona resulta extraordinario. Habrá que esperar a que Fabio cuente qué sucedió.
Agustín Pérez, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Cedeira, acompañó y orientó a los agentes de la Guardia Civil que localizaron los dos coches en los que los tres muchachos habían ido a pescar. Pérez indicó que el mar no estaba mal ayer, aunque «ás veces venche un golpe que barre todo, moi rápido e pasa unha desgraza así».
Según explicó, esta es la temporada del calamar, por lo que en las coordenadas donde se produjo el accidente navegaron pesqueros que iban a calar redes o aparejos y aficionados que acuden estos días a pescar calamar. Agustín Pérez desmintió que los jóvenes hubiesen ido a recoger percebe. Ni la hora ni la marea permitían faenar al marisco, solo la pesca de caña.
Fabio da Silva permanecía ayer noche en el servicio de urgencias del Hospital Arquitecto Marcide, de Ferrol. Los médicos le suministraron sedantes porque, además de la hipotermia, sufría un fuerte choque emocional por lo ocurrido. Su mujer, Loly, que estaba a su lado, comentó que apenas pudo hablar con su marido, pero que este le contó que el accidente ocurrió poco después de las nueve de la mañana. «Vio a su compañero Andy cerca, flotando, e intentó ayudarle porque se movía bien. Lo primero que hizo fue quitarse la ropa, pero cuando se acercaba, el mar lo lanzaba contra las rocas, por lo que tenía que volver atrás. Es que lo vio hundirse y no se le pasa», relató la mujer de Fabio. «Eran muy amigos -añadió-, estaban en la misma empresa de construcción de aquí [Cedeira]». Cuando ya lo perdió de vista, explicó Loly, el joven se alejó de las rocas, pudo nadar un kilómetro y vio que un barquito azul se le aproximaba. Braceando consiguió que lo viesen.
La costa de Cedeira, en la que pescaban los jóvenes, tiene zonas muy peligrosas |
El lugar en el que ocurrió el fatal accidente de ayer forma parte de una de las zonas con más tirón entre los aficionados a la caña. ¿Qué atrae a tantísimos pescadores de la costa atlántica entre Ferrol y Asturias? Cada fin de semana acuden cientos de personas. Incluso llegan asturianos que recorren todo el trayecto desde su comunidad hasta un acantilado, una playa o el dique de abrigo del puerto de Cariño, en la ría de Ortigueira.
Los pescadores asturianos buscan el sargo, y los locales, robaliza, pintos, maragotas, picudas y besugos. No les arredran los peligros porque los accidentes, como el de Cedeira, no son infrecuentes. Cualquier aficionado a la pesca en esta costa tiene a un conocido o al familiar de un amigo que perdió la vida en idénticas circunstancias.
Se necesita solo una licencia, que concede la Consellería de Pesca, y luego comprar los aparejos y el cebo. Toda esta actividad arrastra ya un pequeño sector de negocio, con media docena de tiendas especializadas en Ferrol, Narón y el entorno. Lo más importante es la venta del cebo, poliquetos y anélidos (miñoca, en el lenguaje coloquial), que llega importado de otros países. Cada lunes o antes del fin de semana, las tiendas son el lugar de encuentro para intercambiar experiencias o hacer balance de una buena jornada.
Hay aficionados que se especializan en las grandes playas atlánticas de esta zona, a mar abierto, donde pasan la noche tentando la caña a la búsqueda de la robaliza. Otros, los pescadores de los acantilados, son los que corren más peligro. Un resbalón o un golpe de mar inesperado pueden ser fatales. Por eso hay ya algunos aficionados a la caña que se anclan con un arnés a una roca como si fuesen escaladores. «A veces, con una buena picada te olvidas de pisar bien y puedes caerte», comenta un aficionado, habitual en estas costas ricas en pesca, pero también muy peligrosas.
Salvamento Marítimo, Guardia Civil y Protección Civil han reanudado esta mañana las labores de búsqueda del joven desaparecido en Cedeira, Andrés Cabanas Ramos, Andy, de 23 años y vecino de la villa, cuando pescaba junto a dos compañeros, uno de los cuales falleció ahogado en la zona de punta Candieira.
Los servicios de rescate ya han movilizado los medios aéreos, que no habían podido salir a primera hora a causa de la niebla. Peinan la zona los helicópteros Pesca 2 y Helimer 210, junto a las embarcaciones Salvamar Shaula, y Salvamar Langosteira, además del remolcador Sar Gavia y la Concepción Arenal aunque la niebla sigue siendo muy persistente. A la zona también se dirigen los buzos de la Guardia Civil.
El joven que permanecía ingresado en el hospital Arquitecto Marcide, Fabio da Silva, ha sido dado de alta esta mañana. Durante cerca de tres horas se mantuvo a flote en aguas frías y logró que un pesquero lo divisara cerca del mediodía y alertase a los servicios de emergencia. El buque lo rescató y lo llevó a puerto con claros signos de hipotermia.
Por otra parte, el patrón mayor de Cedeira, Agustín Pérez, ha indicado que los barcos de pesca con base en la villa ayudarán en las tareas de búsqueda a su regreso a puerto. Asimismo, Salvamento Marítimo movilizará esta tarde el avión Sasemar 102.
Unos 15 efectivos de Protección Civil en la comarca del Ortegal patrullan la costa a pie en busca de alguna pista que permita localizar al desaparecido entre los acantilados de la zona.
Ayer por la mañana, los tres amigos se encontraban pescando en las rocas de punta Filgueira, y un golpe del mar los arrastrós al agua. Uno de ellos, José Manuel Deus, de unos 30 años, falleció ahogado y los efectivos de rescate recuperaron su cuerpo sin vida horas después.
Familiares de las víctimas se congregaron en el muelle de Cedeira |
Momento del traslado del cadáver de José Manuel Deus, rescatado por un pesquero |
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