Pez cebra fluorescente |
Científicos de la Universidad de Exeter crearon un pez cebra verde brillante que permite visualizar más fácilmente cómo actúan en el cuerpo las sustancias químicas ambientales y cómo afectan la salud de la vida silvestre y los humanos.
El nuevo pez fluorescente muestra que las sustancias químicas estrogénicas, a las que ya se ha vinculado con problemas reproductivos, afectan más partes del cuerpo de lo que se creía hasta ahora.
La investigación realizada por la Facultad Universitaria de Londres (UCL) y la Universidad de Exeter se publicó en la revista Environmental Health Perspectives.
Dr. Tetsuhiro Kudoh |
Varios estudios relacionaron las sustancias químicas que alteran la función endocrina con problemas reproductivos en la vida silvestre y en humanos. Una investigación anterior de la Universidad de Exeter demostró que un importante grupo de estas sustancias puede provocar que los peces machos cambien de género. Y la exposición de los humanos a estas sustancias también se asocia con un bajo recuento de espermatozoides y algunos tipos de cáncer.
Los científicos ahora buscan mejores maneras de ocultar y controlar la presencia de estos compuestos químicos en el organismo para reducir los riesgos que representan para la salud de los humanos y la vida silvestre.
El grupo, liderado por el doctor Tetsuhiro Kudoh y el profesor Charles Tyler de la Universidad de Exeter, logró crear un pez cebra transgénico que puede ser expuesto a los estrógenos del medioambiente y que muestra dónde operan esas sustancias en el cuerpo a través de señales fluorescentes. El grupo analizó la sensibilidad del pez a diferentes sustancias químicas conocidas por afectar la señalización del estrógeno, como el etinilestradiol (utilizado en las píldoras anticonceptivas y para la terapia hormonal de reemplazo), el nonilfenol (utilizado en la fabricación de pinturas y detergentes industriales) y el compuesto bisfenol A (presente un muchos plásticos).
Profesor Charles Tyler |
El estudiante de posgrado Okhyun Lee expuso el pez a las sustancias químicas en los niveles que se encuentran en los vertederos que desaguan en los ríos del Reino Unido. El grupo identificó respuestas en partes del cuerpo ya asociadas con la acción de estas sustancias químicas, como el hígado, y en el caso del bisfenol A, en el corazón y en los tejidos nuevos, incluidos los músculos esqueléticos y los ojos.
“Es un suceso muy apasionante en los esfuerzos internacionales para comprender el impacto de los estrógenos en el medioambiente y la salud humana”, dijo Charles Tyler, profesor de Biociencia en la Universidad de Exeter. “Este pez nos proporciona un panorama más integral de los efectos potenciales de las sustancias que afectan el desarrollo hormonal en el organismo.”
“Al poder localizar con precisión dónde actúan los diferentes estrógenos ambientales en el cuerpo, podremos analizar con más efectividad los efectos de estas sustancias químicas tan importantes. Si bien todavía estamos en los albores, confiamos en que nuestro modelo de pez cebra nos ayudará a comprender mejor la forma en que el cuerpo humano responde a estas sustancias contaminantes”, concluyó.
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