El Plan de aprovechamiento de la anguila en la desembocadura del río Lérez que ha aprobado la Consellería de Medio Ambiente ha nacido cojo. Así lo entiende el patrón mayor de la cofradía San Gregorio de Raxó, en Poio, promotora de esta iniciativa que avala la pesca profesional de esta especie marina.
Isaac Querejeta lamentó que, finalmente, la Xunta de Galicia solo hubiese aprobado el uso de un arte de pesca tradicional, el mollo de vide, que «está totalmente en desuso e non é rentable».
El patrón mayor precisó que «sabemos que hai moita anguía porque vemos aos corvos mariños comer nelas cando imos mariscar. Ademais, os de recreo tamén pescan bastante». Es por ello que la intención inicial fue la de hacer un plan de explotación para embarcaciones dedicadas al marisqueo y, de este modo, diversificar el trabajo y no sobreexplotar los bancos marisqueros de Poio: «O problema parece ser que hai unha normativa europea, que non podemos saltarnos, pola que non se poden dar máis autorizacións para a anguila» en Galicia. «Estamos estancados», añadió.
En cuanto al mollo de vide, precisó que no es un arte efectiva. Consiste, según refiere la Consellería de Medio Ambiente, en una «pesquería exclusiva da desembocadura do Lérez» que consiste «nun brazado de vides, atado cunha corda, que se pousa no leito do río ata o momento de ser izado a unha embarcación».
«Tal vez antigamente cando había moitísima anguía sería rentable. Agora é como tirar un anzuelo sin carnaza ao mar. Ao mellor un peixe pica por casualidade», incidió Querejeta.
Para el patrón mayor de Raxó, la solución es que se permita la pesca con butrón, algo que sí está autorizado en otros puntos del litoral gallego. No obstante, desde la consellería ya se les comunicó que ya se ha concedido el tope máximo de permisos, por lo que tendrán que esperar que se produzcan bajas en los permex de otras rías para trasvasarlos a la de Pontevedra: «De momento, non temos noticia de ningunha baixa».
En cuanto a la zona autorizada para la pesca con mollo de vide, esta está comprendida entre el puente de A Barca y «as liñas rectas imaxinarias que unen Punta Campelo co extremo distal do crebaondas da canle do río e este último con Punta Praceres». En el anuncio publicado ayer por el Diario Oficial de Galicia se hace hincapié en que el período de pesca concluirá el 31 de diciembre, así como que solo estará autorizada una embarcación, de nombre Mejías, con dos tripulantes.
La Xunta destacó, por otro lado, que el plan «contén, así mesmo, unha proposta de sistema de rexistro das capturas e de remisión de datos ao Servizo Provincial de Conservación da Natureza de Pontevedra», mientras que la comercialización de las mismas se llevará a cabo a través de la lonja de Campelo. Eso sí, «tendo a obriga de entregar a totalidade das capturas».
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