La flota pontevedresa pacta traer las nasas a puerto todos los viernes

Las nasas de pulpo volverán al mar el próximo lunes

Al final, la Consellería do Mar no ha tenido que hacer de Salomón. Las cofradías de la provincia de Pontevedra deshicieron las tablas por sí mismas y el pasado fin de semana alcanzaron, a la sexta, un acuerdo para gestionar la explotación del pulpo a partir de que se levante la veda que ahora mismo pesa sobre la especie. El pacto viene a ser como tomar el camino del medio: no habrá que traer a tierra las nasas todos los días, pero tampoco podrán quedar caladas en el mar de lunes a domingo.

A partir de la semana que viene, cuando se retome la pesquería, la flota pulpeira de la provincia de Pontevedra tendrá que levantar las nasas todos los viernes y traerlas a tierra durante el descanso semanal, para volver a lanzarlas el lunes siguiente. Es decir, como ocurre con las artes de enmalle. A cambio, el horario de trabajo se ampliará una hora al día: de seis de la mañana a cinco de la tarde en verano, y de siete de la mañana a seis de la tarde en invierno, sin solapar así el horario nocturno de la nécora.

Precisamente los choques con los profesionales que capturan este crustáceo están detrás de una polémica que ahora, con la perspectiva que da el tiempo y el consenso, todos lamentan, sobre todo porque derivó en enfrentamientos personales, ataques y amenazas a los representantes de las dos posturas opuestas: Bueu, a favor de dejar todos los días las nasas, y Cangas, partidarios de lo contrario, de traerlas a diario a puerto.

«Todos perdemos algo, pero ganamos todos», filosofó ayer José Antonio Gómez Castro, presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, justo quien a finales del mes pasado decidió recurrir al arbitraje de Mar para deshacer un resultado tan ajustado que casi daba miedo decidirse.

Ahora bien, todavía necesitan de la Xunta para que su plan pueda llegar a buen puerto. Apelan a la consellería para que aumente la vigilancia y controle el cumplimiento de la nueva normativa, tanto asegurándose de que no queda ninguna nasa calada en el mar el fin de semana, como que a diario se lanzan en fondos más profundos de 25 metros. Por su parte, el sector colaborará con los inspectores denunciando toda irregularidad que detecten del sur de Corrubedo hasta el Miño.

Porque esa es otra: pretenden que la medida acordada para la costa pontevedresa afecte también a parte de la coruñesa: al norte de la ría de Arousa. Y por allí no parecen estar muy por la labor. «Que gobernen a súa casa», apuntaron desde Ribeira.