Fuerte condena a ‘acto de piratería’ de Greenpeace

Activistas de Greenpeace se acercan al arrastrero 'Xarinola' en aguas de Tarragona

El Gobierno y la Confederación Española de Pesca (Cepesca) condenaron la acción que activistas de Greenpeace llevaron a cabo este miércoles contra el buque de arrastre Xarinola.

A través de un comunicado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) hizo público su rechazo al intento de abordaje del arrastrero en aguas de Tarragona y acusó a los ecologistas de actuar de forma temeraria y poner "en peligro vidas humanas".

Cepesca, por su parte, calificó la actuación de los activistas como un acto de piratería.

Ayer, un grupo de la ONG impidió las labores de pesca de esta embarcación con puerto base en Tarragona para denunciar que la pesca de arrastre es perniciosa y destructiva.

La organización ecologista pretende que se prohíba este tipo de pesca por la destrucción que ocasiona en los ecosistemas marinos y porque amenaza el futuro de la pesca artesanal.

De acuerdo con Cepesca, las lanchas de Greenpeace hicieron maniobras peligrosas alrededor del buque, poniendo en peligro la vida de los tripulantes.

"Los activistas, que han intentado primero subir al barco sin que hayan podido lograrlo, han tirado redes y objetos diferentes a las hélices del buque con el fin de conseguir paralizar su actividad y, por último, se han lanzado al agua por delante de la proa obligando al buque a realizar una peligrosa maniobra para evitar su atropello", dijo la Confederación en una nota de prensa.

Los pescadores a bordo del Xarinola denunciaron la situación ante la Guardia Civil y la Subdelegación del Gobierno, y pidieron la adopción de medidas adecuadas para evitar este tipo de acciones y que los responsables sean sancionados como corresponde.

La embarcación se encontraba pescando a nueve millas del Cabo de Salou, a unas 70 brazas de profundidad y con el aparejo largado con el fin de capturar merluza, bacaladilla, rape, cigala y cangrejos, entre otros recursos.
Cepesca destacó que la pesca de arrastre “está adecuadamente regulada y permitida por la normativa española y comunitaria”.

Indicó que en el país existen alrededor de 1.150 barcos de arrastre que pescan en aguas nacionales, europeas, de terceros países y en alta mar, y emplean a más de 15.000 pescadores.

Para la Confederación, la pesca de arrastre es sostenible y representa aproximadamente el 40% de las capturas mundiales. Además, recalcó que con el fin de no perjudicar el medio marino y los recursos pesqueros, la flota española captura exclusivamente en fondos que no son vulnerables.

Durante lo que Greenpeace anunció como una “acción pacífica”, los activistas portaban pancartas con los mensajes ‘Arrastre=destrucción’ y ‘Esto no es pesca sostenible’.

Greenpeace argumentó que si bien el arrastre costero catalán solo representa el 27,72% del sector, ocasiona graves impactos en el sector pesquero y en el medio marino, ya que destruye los fondos y genera numerosos descartes.