Una de las numerosas alcantarillas desbordadas localizadas en el examen de ayer |
Las crecidas de los pasados temporales han puesto de manifiesto la fragilidad del río de Os Gafos y los riesgos constantes de contaminación a los que se enfrenta. A los desperfectos habituales en este tipo de casos (inundaciones, derribo de árboles, erosión), este cauce fluvial que atraviesa buena parte del casco urbano ha visto agravado en las últimas semanas sus daños y en especial han crecido de forma espectacular los vertidos contaminantes en un río para el que se tramita la declaración de Espacio Natural de Interés Local (ENIL).
El año y medio de retraso que acumula su plan de saneamiento y un colector muy obsoleto se presentan como la principal causa de que persistan los vertidos. Pero a este problema se ha unido en las últimas semanas un segundo inconveniente: las obras del nudo de O Pino, encima del mismo cauce y semiparalizadas debido a la crisis de la empresa adjudicataria. Estos trabajos han provocado rellenos en las orillas y daños en el colector, con lo que sus obstrucciones son aún más graves. Además, han intensificado el peligro de inundación en las viviendas más próximas al estrechar y taponar el cauce.
Todos estos perjuicios fueron comprobados ayer por la asociación ecologista Vaipolorío, que recorrió el tramo rural para comprobar de primera mano los efectos de las crecidas y adoptar las posibles reparaciones. Uno de sus portavoces Xosé Manuel Feijóo, alertó ayer de que "aunque hace unos días que no llueve, son varias las alcantarillas que expulsan aguas residuales al río" y pone de manifiesto que "la intervención humana" ha agravado el deterioro del colector", cuya sustitución y mejora, que asumió Augas de Galicia en abril de 2010, sigue pendiente e incluso este organismo acaba de solicitar una nueva prórroga de su ejecución hasta julio de 2013.
Feijóo, junto a una pasarela arrastrada |
Este proyecto de saneamiento comenzó a diseñarse hace más de dos años y era la actuación "estrella" del convenio de saneamiento rural de diez millones de euros firmado entre el alcalde, Miguel Fernández Lores y el conselleiro Agustín Hernández. Ahora es el único proyecto pendiente de ese acuerdo. Con un presupuesto de un millón de euros, el proyecto inicial fue redactado por el Concello y Augas de Galicia, tras su revisión técnica, lo licitó y adjudicó, pero lo anuló meses después alegando que habría "errores" en el diseño municipal. Aunque esa anulación se decidió a mediados de 2011, la Xunta no lo admitió públicamente hasta febrero de 2012. Desde entonces no volvió a haber avances.
Aunque el colector y las obras de O Pino son los dos principales problemas que afectan ahora a Os Gafos, Vaipolorío advierte de que el cauce presenta otros riesgos para su futuro, como las conexiones ilegales de los vecinos a las canalizaciones del río desde Figueirido hasta el casco urbano, o la existencia de dos asentamientos de chabolas en sus mismas orillas.
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