El Plan de Control de Vertidos puesto en marcha por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras originó la detección de un nuevo vertido contaminante en una granja de Silleda. En esta ocasión fue advertido el propietario de una explotación ubicada en el lugar de Rosende, perteneciente a la parroquia de Ponte.
Los vertidos llegaron al río Oisa -también conocido como riachuelo de Gouxa-, procedentes de las filtraciones de la fosa de almacenamiento de purín de la explotación ganadera, que en el momento de la detección se encontraba cerrada. Los restos se infiltraban en el terreno en las proximidades del cauce fluvial, por lo que llegaban al lecho en función del caudal del vertido y de la existencia de precipitaciones.
El personal del Plan de Control, dependiente del organismo Augas de Galicia, exigieron al dueño la subsanación del mal. El propietario procedió a sellar las fisuras detectadas para evitar futuros vertidos al dominio público en el caso de que se restablezca la actividad en la explotación. Los mismos técnicos comprobaron tiempo después del aviso que los trabajos requeridos habían sido realizados.
Es el segundo caso de vertidos ganaderos en Silleda que trasciende en menos de un mes. A finales de noviembre la Xunta también informó de otro problema similar en una granja de Férveda, en Escuadro. Su dueño derivaba los restos de limpieza de la sala de ordeño al conducto de pluviales.
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