Operativo de búsqueda del fallecido |
Un pescador de Vilagarcía de Arousa falleció ayer tras volcar su embarcación cuando se encontraba faenando a dos millas y media al oeste de la Illa de Ons, en la zona próxima al Illote de A Freitosa. Ramón Lorenzo Urcera, de 79 años de edad, era el único tripulante del Lovi Seis, una embarcación motora de recreo de unos 7 metros de eslora matriculada en Vigo pero con base en San Vicente do Mar, en O Grove.
El suceso se produjo poco antes de las 13 horas y las causas del mismo se desconocen. El primero en dar la voz de alarma fue el remolcador R. Sofía, que estaba en la zona y que avistó una embarcación volcada y a un hombre en el agua con el chaleco salvavidas. De inmediato se cursó aviso a Salvamento Marítimo, que movilizó la Salvamar Sargadelos y el remolcador María Pita para que se aproximasen al lugar, además de al helicóptero Pesca 1. Sin embargo, en cuanto el R. Sofía se acercó al cuerpo de Ramón Lorenzo pudo comprobar que éste ya había fallecido. Al lugar de los hechos también acudió una embarcación de la Guardia Civil del Mar que se encontraba por la zona.
Inicialmente se pensó que con el pescador fallecido se encontraba otro tripulante, por lo que se acometieron las tareas de búsqueda. El rescatador del Pesca 1 incluso realizó varias inmersiones en las proximidades del barco siniestrado para buscar a un posible acompañante, hasta que se obtuvo la confirmación de que el pescador vilagarciano había salido ese día a faenar en solitario.
La Guardia Civil del Mar fue la encargada de trasladar el cuerpo sin vida de Ramón Lorenzo hasta el puerto de Bueu, adonde llegó minutos antes de las tres de la tarde. Allí aguardó la preceptiva llegada del juez para realizar el levantamiento de cadáver. En el muelle se personaron uno de los hijos y el nieto del fallecido, y también hizo acto de presencia el patrón mayor de la Cofradía de Bueu, José Manuel Rosas, que mostró su consternación por el trágico accidente, al que todavía no se le ha encontrado explicación. "Parece que o mar estaba en calma pero nunca te podes fiar del", manifestó Rosas. Varios marineros apuntaron como posible teoría que el ancla se hubiese atascado y que el pescador hubiese dado un golpe de motor para tratar de desatascarla, provocando el vuelco del barco.
Mientras, la Salvamar Sargadelos se encargó de remolcar la motora siniestrada hasta San Vicente do Mar, en una travesía en la que estuvo acompañado por el María Pita como refuerzo en caso de que necesitase ayuda en estas labores. La operación fue delicada, ya que el Lovi Seis tenía la quilla al sol y al tratarse de un buque cabinado hubo que realizar el traslado a muy baja velocidad para no perder el barco. Así, se tocó puerto alrededor de las siete de la tarde.
La Illa de Ons es una de las zonas con una mayor siniestralidad marítima en la comarca de O Morrazo. El último suceso con víctimas se produjo en marzo del año pasado, cuando fallecieron dos pescadores tras volcar su barca debido a un golpe de mar.
Llegada de la embarcación Lovi VII al puerto de Pedras Negras de O Grove
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El accidente marítimo que a mediodía de ayer costó la vida al empresario vilagarciano Ramón Lorenzo Urcera conmocionó al sector mejillonero de la comarca con el que la víctima mantuvo intensas relaciones comerciales desde hace 45 años, cuando inauguró la Cordelería El Rial, la primera que se asentó en la capital arousana y que comercia en todo el mundo.
Al margen de su faceta como empresario, Ramón Lorenzo era un apasionado de la pesca, una afición a la que se entregaba con asiduidad. Ayer, tal y como confirmó uno de sus hijos, Gregorio, había salido a las ocho de la mañana, como era habitual, con la previsión de regresar a su casa de Vilagarcía a la hora de comer. También era costumbre que faenase en solitario. "Muchas veces fui con él pero no le gustaba que le molestáramos cuando estaba pescando", asegura.
Gregorio Lorenzo se mostró sorprendido por las circunstancias del fallecimiento de su padre. "Salía siempre sin chaleco salvavidas y en esta ocasión lo tenía puesto; además la barca apareció volcada cuando el mar estaba calmo", explica con gran sorpresa. "Nunca se ponía el chaleco salvo en caso de un gran temporal, pero eso no quiere decir que fuese una persona imprudente, todo lo contrario, tomaba todo tipo de precauciones y navegaba con un extremo cuidado porque era consciente de los riesgos del mar",sostiene su hijo. La embarcación también era nueva, de apenas tres años de antigüedad, y pasaba todas las revisiones.
Ramón Lorenzo mostrando alguno de sus trofeos de un día de pesca
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Ramón Lorenzo Urcera era un empresario de los de antes, un auténtico emprendedor que abrió en Vilagarcía el primer comercio de cordelería que con el tiempo se convirtió en el principal proveedor de las cuerdas de mejillón de las bateas de toda Galicia.
Pero el negocio no se quedó solo en Vilagarcía, sino que muy pronto se abrieron a la exportación a países tan dispares como Francia, Suráfrica, baja California o Chile.
Explica Gregorio Lorenzo que su padre comenzó trabajando en una zapatería en los años setenta y luego abrió la tienda Calzados Lorenzo para aventurarse hace unos 45 años en la cordelería que le ha dado renombre en el mundo empresarial.
El hijo del fallecido y que ahora regenta el establecimiento afirma que compran y venden en todo el mundo y que muchos de sus buenos clientes son los dueños de barcos atuneros de Noruega o Suecia, pero también los batteiros de la ría.
"Mi padre conocía a todos los mejilloneros de la comarca", explica su hijo que ayer estaba especialmente preocupado con el suceso "del que seré más consciente en una semana" y de recuperar el barco que fue de su padre.
Ramón Lorenzo será velado hoy en el tanatorio de O Vento y mañana será enterrado en el cementerio parroquial de San Xulián, de A Illa de Arousa.
gracias por la publicacion!! soy su nieta y era un hombre estupendo muy bueno!!!
ResponderEliminargracias por la publicacion!! soy su nieta y era un hombre estupendo muy bueno!!!
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