El serpentear del cauce entre frondosos bosques caducifolios aumenta la belleza del entorno |
Un bosque autóctono en el que proliferan los robles y el líquenes, un río que está más crecido de lo habitual después de los últimos meses de lluvias que serpentea entre grandes rocas, molinos salpicados a lo largo del cauce fluvial y senderos casi vírgenes por los que casi es aconsejable perderse. De este modo pueden presentarse las "fervenzas" del Concello de Valga, es decir, las cascadas de Raxoi y Parafita que se han convertido en un monumento a la naturaleza del que en esta época del año disfrutan cientos de personas.
Cada vez son más los ciudadanos que quieren acercarse a este paraje natural privilegiado, al igual que son muchos los peregrinos que en su transitar por el Camiño Portugués preguntan por el modo de disfrutar de este paisaje de singular atractivo.
En el Concello saben que se trata de uno de los espacios más preciados, de ahí que se llevaran a cabo diferentes planes para facilitar el acceso y divulgar su belleza. Muchos sitúan a estas "fervenzas" entre los espacios fluviales más importantes de toda la provincia.
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