Todos, pescadores y administraciones, están a la espera de una sentencia que aclare definitivamente si la trucha arco iris es considerada especie invasora o no ya que el horizonte cambiaría de forma sustancial. Los primeros podrían volver a capturarlas ya que en los últimos dos años no se han echado ejemplares a los ríos (sí a las balsas); y los segundos para recuperar su tarea de repoblar los cauces con esta familia que, por otro lado, tiene un coste menor que la autóctona. A pesar de esta situación, las transfusiones a los cursos fluviales realizadas por la Diputación Foral de Bizkaia han permitido ofertar alrededor de 5.000 permisos de pesca en los cotos habilitados por la institución en el territorio "con una ocupación del 96% por parte de los pescadores", informaban desde el Departamento de Agricultura.
No obstante, la cifra de repoblaciones piscícolas se ha visto reducida de forma general desde 2008 en la mayoría de las especies. Por ejemplo, la trucha común autóctona ha pasado de 11.696 ejemplares echados a los ríos durante ese año a poco más de siete mil quinientos el pasado 2012; los ejemplares de salmónidos tampoco han remontado la fuerte corriente de la crisis y de 2008 al ejercicio anterior ha habido un descenso de 15.528 a 6.565. Eso sí, la trucha común criada en los centros de alevinaje forales situados en Tur-tzios y Orozko se mantiene estable en más de siete mil ejemplares.
La más perjudicada ha sido la codiciada arco iris (el número de capturas permitidas es mayor que para la autóctona) que ha bajado en ese mismo periodo de 30.648 unidades a poco más de ocho mil debido a esa decisión judicial que ha soliviantado los ánimos de todos los practicantes de pesca deportiva, no sólo de los vascos. El único caso que permite la ley para repoblar con esta especie es en sitios donde no corra el agua; esto es, balsas y pozos.
"Teóricamente no se puede repoblar con esa trucha. Y eso es un problema claro porque hay cotos que están cerrados porque echar otro tipo de alevines de truchas sale más caro", razonaba Herminio Pérez, presidente de la Federación de Pesca de Bizkaia. De esta forma, agregaba, en cotos importantes y demandados hace años "como los Ugao-Miraballes, Sopuerta, etc. no se echa y han bajado los permisos".
Según datos del Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia, en el apartado de repoblaciones para el desarrollo de la pesca deportiva, durante la primavera pasada se soltaron 1.725 ejemplares de arco iris en el pozo minero de La Pesquera y otros 350 "de gran tamaño" en La Aceña-Atxuriaga. En otoño, en ese mismo punto se echaron otros 286 ejemplares, también "de gran tamaño"; y en La Pesquera, Parkotza y Vinagre un total de 6.754. La trucha común adulta (7.747 unidades) también fue soltada en primavera en los cauces de los ríos Mañaria, Agüera, Arnauri, Kadagua, Zeberio, Lea, Oka y Barbadún.
Recuperación de especies La otra vertiente que ocupa a la institución vizcaina es la relacionada con la recuperación de las especies autóctonas "con el objetivo de que se implanten en nuestros ríos y puedan consolidarse como poblaciones a unos niveles que, en un futuro, puedan ser pescables" y también tuvo sus aportaciones el pasado año. Así, con los 6.565 juveniles de salmón atlántico criados en la piscifactoría que la institución foral tiene en la localidad de Turtzios, se repoblaron en otoño los cauces del Barbadun, Lea y Karrantza. Y con los 2.823 (en primavera) y 4.234 (en otoño) de trucha autóctona los ríos "donde se prevé garantizar la pervivencia de estos alevines", repartidos por las diferentes cuencas de Bizkaia: Andraka, Artibai, Butroi, Kadagua, Lea y Lekubaso.
En cualquier caso, y pese a las incógnitas y contratiempos que acechan a la pesca deportiva, desde la Federación vizcaína reconocen que "sigue habiendo una buena demanda para ir a pescar a los ríos del Bizkaia. Y todo teniendo en cuenta que no son todo lo apetecibles que pudieran ser ya que son pequeños y poco densos y muchas veces con poco agua. El único decente que tenemos es el Kadagua", zanjaba.
De hecho, el gran río de Enkarterri alberga un coto en Balmaseda de especial interés para los pescadores y para los investigadores de Biología de la UPV/EHU ya que permite disfrutar de la pesca con truchas del propio cauce. "Hay una zona que es fronteriza con El Berrón [Burgos] y de ahí, kilómetros para abajo, está acotado. Ni se echa ni se hace nada. Se hace una vigilancia muy exhaustiva de la zona y se conceden muy pocos permisos. El pescador solo puede sacar dos truchas", detallaba Pérez.
En este coto, desde abril hasta finales del mes de mayo de 2012 se disfrutaron de 76 permisos con 21 ejemplares de trucha capturados, concretaron desde el Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia. "Anualmente se lleva a cabo un seguimiento de las poblaciones piscícolas en diferentes ríos de Bizkaia, entre ellos el Kadagua. Se contabilizan las especies observadas y número de ejemplares capturados. Y en los ríos con potencial para albergar salmónidos se está detectando la presencia de trucha, como es el caso del acotado de Balmaseda", concluían.
El Departamento de Agricultura cuenta con un total de 11 sociedades colaboradoras de pesca. Entre los objetivos de esta figura destaca la "necesidad de estimular la colaboración", explicaba la diputada foral de Agricultura, Irene Pardo. "Por nuestra parte, favoreceremos el cumplimiento de los objetivos de las asociaciones y les apoyaremos con medios físicos y en, algunos casos, económicas". Por ejemplo, en organización de campeonatos, jornadas (Erreka Eguna), escuelas de pesca... También contarán con bonificaciones en los permisos de pesca. Este año son: Sociedad de Cazadores y Pescadores de Lemoa, Mugarra Ateneo Cinegético de Mañaria, Sociedad Fomento de Caza y Pesca de Bilbao, C. D. de Pesca y Casting Abusu, Sociedad Escuela de Pesca Castores, Sociedad de Caza y Pesca de Sopuerta, Sociedad Ninfa-Escuela de Pesca a Mosca, C. D. Urduñako Goi Nerbioi, C. D. de Pesca Ría de Bilbao, C. D. de Caza y Pesca Entrambasagua y la Federación de Pesca de Bizkaia.
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