Con la caña en la mano, a Juan Lamas no se le escapa una en el río Furelos, donde este pescador de Sobrado dos Monxes ha vuelto a capturar la pieza más grande en lo que va de temporada. Hace dos semanas, Juan se hacía con una trucha de 53 centímetros de largo y 1.670 gramos de peso, y días atrás se llevó al cesto una pieza que dio en báscula 2 kilos con 800 gramos y midió 66 centímetros.
Semejante ejemplar ya ha sido bautizado por los pescadores como A vella del Furelos, tal y como cuenta el presidente de la Asociación de Troiteiros, Xavier Pazo, quien asegura que «víase vir» porque, esta temporada, el cauce fluvial melidense «baixa a rebordar. Promete fartura». De hecho, de momento no hay queja, y no solo por las colosales truchas de Juan Lamas. «Non é que haxa moitas capturas, pero o promedio de tamaño das troitas é superior ao de anos anteriores», cuenta Pazo para apuntar que «nas últimas semanas, xa se pescaron varias troitas que rondaban o quilo, e mesmo que o superaban».
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