Fuerte golpe a la flota gallega del pulpo

Marineros de Marín expulsados del caladero de Mauritania, en el muelle de reparaciones

Expulsada del caladero de Mauritania por la Unión Europea, la flota gallega del pulpo intentará que el Gobierno central y la Xunta negocien nuevos acuerdos de pesca con Guinea-Bissau y Senegal, para dar una salida laboral al sector y a las 250 familias que alimentaba en Galicia. Los tripulantes de los barcos cefalopoderos abocados al desguace, o a buscar su pervivencia en otros caladeros, lamentaron ayer el "abandono" que sintieron en el Parlamento Europeo, donde se ratificó el convenio con Mauritania que les impide regresar a este caladero, en beneficio de otras flotas.

Criticaron particularmente la "tardanza" del Gobierno central y de la Xunta en implicarse en la cuestión y la actitud "titubeante" del PSOE en la votación, producto a su entender de la contradicción entre las posturas gallega y andaluza, cuyo sector se beneficia del acuerdo.

Los tripulantes de los 24 barcos afectados se debaten ahora entre el desguace y la búsqueda de caladeros "de dudosa rentabilidad", como Malvinas. Explicaron que seis buques se han desmantelado ya, los armadores de otros tres lo están pensando y otro ya ha sido vendido, mientras que "dos o tres" están a punto de zarpar hacia Malvinas, a una marea de rentabilidad incierta.

En la votación del Parlamento Europeo, con 467 votos a favor, 154 en contra y 28 abstenciones, "estábamos solos a nivel político", lamentó el portavoz de los marineros y secretario xeral de CIG-Mar, Xabier Aboi, quien se mostró indignado con las "presiones y amenazas" que se sucedieron en todo el proceso para sacar adelante este convenio con Mauritania.

Los tripulantes, que en muchos casos han acabado su vida laboral con el cierre de este caladero, rechazaron especialmente las palabras de la comisaría europea de Pesca, María Damanaki, "quien dijo que por 12 barcos y una comunidad autónoma no vamos a poner en peligro un acuerdo para impedir que Mauritania caiga en manos del islamismo, que caiga en manos del terrorismo internacional", indicó Aboi. El secretario de CIG-Mar acusa por ello a la comisaria de Pesca de "engañar al Parlamento, a los Estados miembros y a la sociedad".

Por otra parte, instaron a la Xunta de Galicia a inspeccionar la entrada de "pulpo chino" por el puerto de Vilagarcía de Arousa. En una acción contra estas descargas dos tripulantes han recibido sendas sanciones.

Para el portavoz de los tripulantes, Xabier Aboi, el primer causante de este desenlace fue "quienes nos gobiernan, que fueron lentos, apáticos, no les interesa la pesca, se esforzaron al final porque el acuerdo ya era una barbaridad, pero ¿qué papel nos queda ahora en Europa?, de primera potencia pesquera que fuimos ¿qué somos ahora?", lamentó Aboi. "Estuvimos solos a nivel político" -añadió el secretario de CIG-Mar- quien recordó que "una gran parte del PSOE nos dio la espalda, una gran mayoría del PP nos apoyó, así como todos los nacionalistas" con presencia en la Cámara Europea.

"Es lamentable que hubiese más eurodiputados portugueses que del propio PSOE en contra del acuerdo", añadió Aboi. Recordó además que los barcos afectados "pagan los impuestos y la Seguridad Social aquí".