Técnicos del Plan de Control de Vertidos (PCV), dependientes de la Consellería de Medio Ambiente, han confirmado la erradicación de un vertido industrial que, a través del regato de O Vao, terminaba en el río Rons, en las inmediaciones de las marismas de Alba y, por extensión, en la cuenca del Lérez.
El foco contaminante fue detectado en una inspección del personal del PCV. Siguiendo el rastro del mismo y empleando un trazador, se concretó que su origen se encontraba en una empresa de la zona: «Dito vertido era conducido cara á rede de pluviais, onde ía canalizado ao rego do Vao, sendo visible no río Rons, onde desemboca o mencionado rego», precisaron ayer desde la Xunta.
Los técnicos confirmaron que los vertidos se realizaban sin autorización, por lo que el titular de la empresa fue requerido para que eliminase el foco o, en último extremo, solicitase permiso para verter al dominio público hidráulico. Todo parece indicar que, finalmente, esta segunda opción no fue tenida en cuenta. De hecho, la Xunta informó de que «o titular conectou as augas residuais industriais xeradas nas instalacións á rede de saneamento municipal do Concello [de Pontevedra], quedando deste xeito enmendado o verquido».
Por otro lado, la Administración autonómica destacó que el Concello de Cotobade ha solventado «tres puntos de verquido de titularidade municipal», los cuales fueron detectados en el transcurso de una inspección de la red fluvial municipal.
El origen de los mismos se encontraba en la propia red de saneamiento a su paso por el lugar de Vilanova. Al parecer, se localizó una obstrucción, así como se verificó la existencia de una «fuga de auga residual que acontecía a través do dixestor da fosa séptica de Cutián, que estaba a alterar o sistema».
Los técnicos del PCV tomaron muestras y analizaron su carga contaminante, lo que motivó que el Concello fuese instado a solucionar la problemática.
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