"El puerto exterior de A Coruña en Langosteira superó sin daños la sucesión de temporales que han afectado a la costa gallega en las últimas semanas". Con esta afirmación encabezaba ayer la Autoridad Portuaria herculina el comunicado en el que presumía de la resistencia de su faraónica terminal frente al azote de los vendavales. Y sin ningún rubor, incide en ese motivo de orgullo a pesar de que su dique volvió a ser rebasado por el oleaje, demostrando una vez más la errónea ubicación del complejo portuario en el que lleva gastados cerca de 1.000 millones de euros.
Para realzar la solidez de la terminal, el Puerto coruñés aporta en su misma nota unos datos que cualquier naviera tendría muy en cuenta a la hora de valorar si merece la pena arriesgar sus buques operando en Langosteira. En concreto, informa que en torno a las 16.00 horas del pasado lunes se registraron olas superiores a 15 metros de altura "con períodos de pico de 20 segundos, que provocaron una fuerte generación de energía".
No es la mejor carta de presentación para una terminal que se comercializa en el exterior como "puerto seguro", aunque en realidad ya perdiese operaciones por demostrarse justamente lo contrario, incluso en agosto. La última, la del Adelaide, el buque militar construido por Navantia para la Armada australiana, que al final fue embarcado en un carguero semisumergible en aguas de la Ría de Vigo en pleno mes de diciembre y sin ninguna incidencia.
Por si fuera poco, la imagen de Langosteira en internet está muy tocada, precisamente porque la mayoría de las noticias que genera siempre están relacionadas con la fuerza del mar que azota la ubicación donde comenzó a construirse la terminal en 2005. Espectaculares vídeos de la virulencia de las olas golpeando contra su escollera consiguen miles de reproducciones, como el colgado ayer en YouTube y divulgado por la web de FARO.
No obstante, la Autoridad Portuaria subraya que, a pesar de ello, y de haber estado expuesto a una cadena de temporales extremos que causaron desperfectos a lo largo de la costa cantábrica y atlántica, el puerto de Langosteira "no ha sufrido daños". Además destaca que el dique y el resto de las infraestructuras del puerto exterior "se han comportado de acuerdo a lo previsto por los técnicos, incluso en una situación anómala y extrema como la que ha ocurrido este invierno, con siete alertas rojas en la costa gallega".
Fuente: Faro de Vigo
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