jueves, 14 de agosto de 2014
Estudio para evaluar las 13 principales especies objetivo de la flota artesanal gallega.
La reunión que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) celebrará en A Coruña entre el 15 y el 19 del próximo mes de septiembre servirá para conocer un estudio que el grupo de ecología pesquera del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desarrolla para evaluar las 13 principales especies objetivo de la flota artesanal gallega.
Por fin, la pesca artesanal se equipara en algo a algunas pesquerías industriales, porque hasta el momento las distintas flotas que faenan próximas a la costa, carecen de los datos necesarios que puedan determinar el estado de las múltiples especies que se reproducen y "viven" en aguas costeras. Solo de esta manera se podrá argumentar adecuadamente en torno a la gestión de la pesca en la comunidad gallega. Porque a "ojo de buen cubero" ya no se puede estimar una pesca que resulta vital, económica y socialmente, para la mayor parte de la población de Galicia, que es la que reside, precisamente, en la zona de costa de este país.
Hay marineros y pescadores comprometidos que esperan que, de una vez por todas, se comience a sentar las bases para analizar las características vitales de especies como la faneca, la lubina, el sargo, el abadejo, el pinto, el congrio (que se dice es muy escaso), la solla, el lenguado, la raya, la pintarroxa, el pulpo o la centolla, especies objetivo de centenares de embarcaciones de todo tipo cuya economía se basa en su pesca y que dan empleo a muchas familias que subsisten (si los temporales lo permiten) gracias a viejos métodos y sistemas de pesca que respetan en la medida de lo posible especies endémicas de nuestra costa. De estas se sirven para, cuando menos, "ir tirando".
La importancia económica, social y ecológica de la pesca artesanal debiera tenerse muy en cuenta: sostiene una estructura familiar que, además de dar arraigo y por tanto fijar población en la costa, permite la existencia de un sector servicios que, de no ser por la pesca, no tendría ningún sentido de ser.
Es una deuda que la Administración tiene contraída con un subsector que, digámoslo de una vez, siempre se ha sentido minusvalorado por aquellos que, también en buena medida, justifican su quehacer gracias a que estas flotas artesanales existen.
Fuente: La Opinión Coruña
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