Las sociedades de pescadores han conseguido que el Gobierno regional, presidido por Francisco Álvarez-Cascos, rectifique su criterio inicial de eliminar las restricciones a la pesca del salmón en la normativa autonómica para la próxima temporada, que, salvo sorpresa, se publicará mañana.
El mantenimiento de la veda de los jueves que no sean festivos, un cupo máximo de dos ejemplares semanales por pescador en las zonas libres y de uno solo en los cotos, y la modalidad específica de mosca para la segunda quincena de julio. Éstas son las medidas restrictivas que el Ejecutivo incluirá finalmente en una reglamentación en la que, en un principio, iba a quedar anulada la mayor parte de las iniciativas aprobadas por el Gobierno anterior para recuperar la especie.
Fuentes ligadas al Consejo Regional de Pesca daban el viernes por seguro que el Gobierno únicamente iba a aceptar incluir en la reglamentación la veda de los jueves. Con todo, y aunque se reduce el cupo semanal y se retocan otros aspectos del reglamento, la propuesta que ultima el Ejecutivo de Foro Asturias (FAC) sigue siendo mucho más permisiva que las de ejercicios anteriores. En la última campaña se estableció un cupo de tres salmones por pescador para toda la temporada, así como dos días de veda (lunes y jueves) o un período de pesca sin muerte de mes y medio de duración que ahora se elimina.
En la primera información sobre la normativa facilitada por el Gobierno no se preveían vedas ni cupos.
Posteriormente, en la reunión del Consejo de Pesca que se celebró el pasado día 20, el viceconsejero de Recursos Autóctonos, Luis Peláez, planteó un máximo de tres salmones semanales en zonas libres y un total de tres en los cotos. Ayer, en una nota de prensa distribuida por la Consejería de Agroganadería, se especifica que, a petición de la asociación de pescadores El Esmerillón, el reglamento de 2012 incluirá como cupo «un salmón por pescador y día, hasta un máximo de dos a la semana en zonas libres, y, en los cotos, sólo un salmón por pescador». En la misma nota también se da por hecha la inclusión en la normativa de «los jueves no festivos» como «día de descanso semanal», tanto para la trucha como para el salmón. En este caso, según la Consejería, es «a petición de todas las asociaciones».
Otra de las medidas restrictivas propuestas por los pescadores que el Gobierno no tenía prevista pero que, sin embargo, incorporará a la reglamentación es que en la segunda quincena de julio únicamente estará permitido pescar salmón en la modalidad de mosca. Se trata de una propuesta que, según la Consejería, fue planteada por la sociedad Las Mestas del Narcea. Ya se aplicó en la última temporada, cuando, además de prohibir el cebo, también se estableció la obligatoriedad de devolver al río los ejemplares mayores de 70 centímetros.
Entre las concesiones del Gobierno se cuenta la aplicación de una normativa que sea «única para todos los ríos de la región», sin establecer distinciones en aquellas zonas compartidas con las comunidades autónomas limítrofes. A cambio, según la Consejería, «se admite seguir con los cotos tradicionales de El Churro y Vilde, y dejar libre la zona de Estragüeña, en el Cares-Deva, tras acuerdo con el Gobierno de Cantabria».
Además, se establece el coto de La Encina, en el río Cares, como coto específico de mosca; quedan como zonas libres los cotos de Arrudo y Toraño, en el Sella, y se levanta la veda en el coto sin muerte del Nalón, en Laviana.
Entre las medidas que se incluirán en la normativa autonómica de pesca para la nueva temporada está un cambio en el actual vedado de Tuñón, en el río Trubia, que quedará establecido entre el puente de Sabadia y el de La Esgarrada, este último en el inicio de la Senda del Oso. También se libera el vedado del río Tabardín, en Onís, y se amplía por la cola la zona vedada del río Navelgas. De esta forma, se extenderá entre el puente de la carretera Navelgas-Calleras y la confluencia con el río Bárcena. En este cauce fluvial pasa a ser libre el vedado que iba desde el puente romano de Ese de Calleras hasta la confluencia con el río Navelgas.
En el río Güeña quedará libre el vedado de Belmonte de Miranda, al igual que el tramo sin muerte del río Ibias. Además, se prevé la creación de una zona libre de pesca sin muerte en el río Morcín, entre los puentes de Argame y de Parteayer, y la reducción del coto sin muerte del río Negro en Luarca.
La Consejería de Agroganadería anunció en la misma nota un plan para la erradicación del furtivismo, que incluye la dotación de personal para la vigilancia y el control de los ríos dentro de la Guardería de Medio Natural, así como de otro programa para erradicar los vertidos ilegales y focos de contaminación. Además, el Gobierno regional compromete una «colaboración permanente» con las asociaciones de protección del salmón en alta mar.
El Gobierno se mantiene fiel a su posición inicial y mantiene la pesca con muerte durante toda la temporada salmonera. El Ejecutivo hace oídos sordos a la propuesta de la Asturiana de Pesca que defendió un período de pesca sin muerte entre la apertura de la temporada salmonera el tercer domingo de marzo y el 30 de abril. Otro de los cambios anunciados ayer por el Gobierno, es que la normativa de pesca fluvial para el próximo año, será única “para todos los ríos de Asturias”, incluso en las zonas compartidas con comunidades limítrofes. A su vez sea adapta el horario hábil para evitar que se pueda pescar antes de la salida del sol.
La norma de 2012 está hecha para permitir más presencia de aficionados en las riberas desde «la convicción profunda de que el problema de salmones en los ríos asturianos no son responsabilidad de los pescadores de caña, ya que se trata de una pesca artesanal y selectiva por naturaleza», explica Agroganadería y Recursos Autóctonos en una nota de prensa. En la temporada de 2001 los pescadores retiraron 2.788 salmónidos de los ríos asturianos y el pasado año apenas 247. La causa, según el Gobierno de Francisco Álvarez-Cascos, hay que buscarla en el «furtivismo, la contaminación, las capturas indiscriminadas en el mar y el abandono en la gestión de los ríos durante los últimos años».
El resultado de este análisis es una política «que rompe con lo realizado durante los últimos 20 años», entiende María Jesús Álvarez, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la materia. «En cuestiones tan sensibles como la biodiversidad, no conviene dar bandazos porque corremos el peligro de echar por la borda con una política de conservación que ha costado muchos años», abunda. La diputada socialista se manifestó así «a la espera de poder leer en el boletín oficial cómo queda la norma». Álvarez se muestra expectante por conocer si la incorporación de 17 propuestas ha supuesto una «rectificación del planteamiento inicial; si es así, le daremos la enhorabuena al viceconsejero Luis Peláez, anotando en todo caso que se trata de la segunda gran rectificación tras el asunto de las canoas».