Los sindicatos asisten en silencio a estos atropellos |
Como ya ocurriera con la reforma laboral, la letra pequeña en la que ayer detallaba el Boletín Oficial del Estado (BOE) las drásticas medidas de recorte aprobadas por el Consejo de Ministros enmienda la plana a lo anunciado por los ministros económicos del Ejecutivo la víspera. Así, por ejemplo, aunque el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que los funcionarios recuperarían la paga extra de diciembre -que ahora se les suprime- a través de aportaciones a fondos de pensiones a partir del 2015, el BOE desmiente tal afirmación, pues ni habla de fechas, limitándose a hablar de «ejercicios futuros», ni garantiza tal recuperación que, en cualquier caso es una posibilidad supeditada al «cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria».
Pero las sorpresas del BOE van mucho más allá:
La supresión de la extra podría repartirse en las nóminas del año. La eliminación de la citada paga, tanto para funcionarios como para personal laboral, podrá realizarse, según se recoge en el texto del decreto, directamente en el mes de diciembre o «acordarse por cada Administración competente», mediante la negociación colectiva, que la reducción se aplique de forma prorrateada entre las nóminas pendientes de percibir este año. En caso de optarse por el reparto mensual, el primer sueldo afectado sería el que se percibirá en agosto.
Vía libre para suspender los convenios colectivos del personal laboral. Otra de las novedades sobre las que el Ejecutivo guardó silencio el viernes es la posibilidad de que se suspendan o modifiquen los convenios colectivos y acuerdos que afecten al personal laboral, aunque el texto matiza que sería «con carácter excepcional» y «solo cuando concurra causa grave de interés público derivada de una alteración sustancial de las circunstancias económicas». Es decir, como en el caso de la «posible» recuperación de la extra de los trabajadores públicos, se vincula a la evolución de las cuentas públicas, lo que abre la puerta a nuevas medidas dramáticas.
Los mileuristas son los únicos que se salvan. La poda salarial afectará a todos los empleados públicos con la única excepción de aquellos cuyas retribuciones «por jornada completa, excluidos incentivos al rendimiento», no alcancen en cómputo anual 1,5 veces el salario mínimo interprofesional (962 euros mensuales), es decir, que ni siquiera alcancen la condición de mileuristas.
Se homogeneizan en todas las Administraciones. Junto con la reducción de 6 a 3 de los días de permiso o moscosos de los empleados públicos, el Gobierno también ha eliminado los conocidos como canosos, días libres vinculados a la antigüedad de los trabajadores y cuyo número dependía de la Administración a la que se estuviera adscrito. Con esta medida «se homogeneiza» el régimen de permisos para todas las Administraciones públicas.
En cualquier caso, la reducción de los moscosos entrará en vigor en el 2013 y no afectará a los permisos de este año, al igual que los cambios introducidos en la prestación de incapacidad temporal.
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