¿Cual es el río más caudaloso de Galicia exceptuando Miño y Sil?

Embalse del Pontillón, que almacena 1,75 hectómetros cúbicos de agua

Ni el Ulla, ni el Tambre, ni el Eume. De los 16 principales ríos de competencia directa de la Xunta y que forman la demarcación Galicia-Costa, el más caudaloso es el Lérez, tanto en los momentos de crecida como en sus términos medios. Así se pone de manifiesto en la nueva documentación que acaba de exponer al público Augas de Galicia de su Plan Hidrolóxico, un documento que se aprobó en septiembre de 2012 pero que, apenas nueve meses después, es necesario revisar y actualizar para adaptarse a una Directiva europea.

Estos documentos, titulados "Ciclo de planificación hidrológica 2015-2021", obedece a la necesidad de actualizar el Plan "antes del fin del año 2015" y entre los análisis incorporados figura una llamativa comparativa de caudal de los 16 ríos que conforman la demarcación. El Lérez alcanza un caudal máximo de 610,54 metros cúbicos por segundo, el más alto de todos, por encima de los 542 del Ulla, o los 307,5 del Mandeo. Y esta situación privilegiada se confirma con los caudales medios, es decir, los que se contabilizan a lo largo de todo un año. En este apartado, el río pontevedrés registra 17,36 metro cúbicos por segundo (lo que se traduce en casi 62,5 litros por hora), por encima de los casi 16 del Tambre, los algo menos de 14 del Ulla, los 12 del Umia o los 12 del Anllóns. Por detrás, y a más distancia, se sitúan el Grande de Camariñas (9,6 metros cúbicos por segundo), al Mandeo (8,34), el Xallas (7,12), el Sor (6,83), el Landro (6,79), el Eume (5,51), el Mera (4,77), el Masma (4,68), el Xubia (3,45), el Castro (2,66) y el Miñor (1,7). De la demarcación Galicia-Costa quedan excluidos los dos principales ríos gallegos, el Miño y el Sil, que son gestionados directamente por el Estado.

En cambio, a la hora de definir los caudales mínimos, el Lérez es superado por otros nueve ríos, que cuentan con más agua en épocas de sequía. Sus 0.240 metros cúbicos mínimos en esos momentos ofrecen riesgo de escasez, como ya se ha puesto de manifiesto en alguna ocasión.

Esta comparativa de caudales forma parte del estudio relativo a "episodios extremos" de inundaciones y sequías, con unas cifras "que permitirán definir el marcho hidrológico para actualizar el plan".

Estos datos, por tanto, podrían modificar las previsiones actuales en ambos casos, ya que el Lérez presenta la paradoja de ser susceptible de desbordarse cuando llueve mucho y de quedarse sin agua en épocas de sequía, si bien tiene la buena característica de recuperarse con rapidez.

En cuanto a las sequías, el Plan Hidrolóxico actual plantea como medidas básicas extremar el control sobre la situación del embalse del Pontillón y el caudal del río Lérez y sus afluentes y, sobre todo aplicar medidas de restricción del consumo con especial seguimiento al de Ence. Este "Plan da Seca da Demarcación Galicia-Costa" y su informe complementario de sostenibilidad ambiental fueron tramitados por Augas de Galicia a finales de 2012.

En cuanto al riesgo de inundaciones, el documento es más antiguo y analizaba la "delimitación y gestión de zonas inundables", en la que se alerta de que "el riesgo de este suceso para las actividades humanas se ha ido incrementando en los últimos tiempos, ya que la falta de delimitación del Dominio Público Hidráulico ha dado lugar a casos de ocupación de las zonas inundables, especialmente en tramos con presiones urbanísticas significativas, conllevando grandes daños". En esta categoría de "áreas históricas", Augas de Galicia incluye, dentro de Pontevedra y su comarca, los ríos Oitavén, Lameira (que en los últimos episodios de fuertes lluvias volvió a protagonizar desbordamientos en la calle Calzada), Verdugo, Baltar, Fabaiños, Rego do Mouro (Poio), Lérez y Umia.