jueves, 17 de septiembre de 2015

La invasión de Castiñeiras






El lago de Castiñeiras, el espacio natural más conocido del monte de O Morrazo, sufre una agresión silenciosa y constante, que está poniendo en peligro la biodiversidad tanto de su fauna como de su flora. Numerosas especies invasoras han aparecido en los últimos años en el entorno acuífero y no hay mejor oportunidad que septiembre, el mes con menos agua en el lago, para que se puedan observar cómo estos verdaderos invasores campan por el terreno con total impunidad.

Es fácil determinar hasta qué punto el lago está pasando a convertirse en un vertedero de animales. Hace años, los saltos de las ranas al agua al acercarse los viandantes delataban la vida que palpitaba bajo sus aguas. Ahora, en medio de la turbidez del lago -que sigue sin limpiar pese a las promesas de la Xunta-, se pueden ver peces de un llamativo color naranja y alguno hasta blanco. Sí, lo han leído bien, peces naranjas, y claro está las truchas no tienen ese color, ni tampoco las anguilas. Se trata de carpas asiáticas, esos pececillos de colores que adornan las peceras de los niños. Cuando crecen o sencillamente estorban, algunos de sus propietarios deciden soltarlas en el medio natural y así, ocupó el lugar de la trucha. Y por el tamaño de los que se ven nadando en el lago, no les va nada mal.

Estos días de verano se ha visto tomando el sol a un enorme ejemplar de galápago de Florida. La tortuguita de pecera, liberada por su dueño en Castiñeiras, ha crecido hasta tener unos 25 centímetros de diámetro, es decir, es ya más grande que algunos patos del entorno. Y hablando de patos, a este paso en el lago habrá de todo menos especies silvestres europeas. A los ejemplares del doméstico, liberados no se sabe muy bien por qué, se le han sumado el pato mudo o criollo, de Sudamérica. Y esta lista remata con el cangrejo de río americano, un depredador en toda regla. Con tantos inquilinos no invitados, milagro es que todavía haya alguna que otra trucha en el agua. Son dignas de un premio del concurso Supervivientes.


Fuente: La Voz de Galicia

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Nuevos hallazgos indican que el pescado es beneficioso para el cerebro






Una nueva investigación sobre los posibles efectos que una dieta abundante en pescado podrían tener sobre el riesgo de que una persona sufra de depresión revela que existe una clara relación entre el consumo de una cantidad importante de pescado y la salud mental, tanto en hombres como en mujeres.

Los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Qingdao que trabajaron en este estudio analizaron 26 trabajos publicados entre 2001 y 2014, en los que participaron 150.278 personas, informó Medical Daily.

Los resultados de su trabajo fueron publicados en la revista Journal of Epidemiology & Community Health.

Los investigadores explican que, tras un análisis exhaustivo de todos los resultados de los estudios seleccionados, encontraron que 12 mostraban una asociación significativa entre el consumo de pescado y la depresión, que representaba una reducción del 17 % en el riesgo de depresión entre aquellos que comían más pescado.

Además, sostienen que el consumo de pescado podría ser utilizado como una forma de prevenir o evitar los síntomas de depresión antes de que comiencen.

Estos nuevos resultados ofrecen una posible explicación de este vínculo: que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el pescado pueden ser fundamentales en la actividad de la dopamina y la serotonina, dos sustancias químicas de señalización en el cerebro que se cree participan en la depresión.

Otra posibilidad es que las personas que comen mucho pescado tengan una dieta general más saludable, y que sus proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales resulten beneficiosas para la salud mental.

"La asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión es controvertida", reconoce uno de los investigadores que participó en el nuevo análisis, el profesor Dongfeng Zhang.

"Además, un meta-análisis publicado recientemente indica que un patrón de dieta saludable, caracterizado por un alto consumo de frutas, verduras, pescado y granos enteros, está asociado de manera significativa con un menor riesgo de depresión. Sin embargo, todavía no está claro qué componente del patrón de la dieta sería responsable del efecto protector", explica Zhang.

"Se han publicado varios estudios en los que el pescado, como una fuente importante de ácidos grasos poliinsaturados-n3 (AGPI n-3), que pueden desempeñar papeles importantes en la estructura y función neural, es asociado con la depresión."

"Sin embargo, otros no han hallado una asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión", agrega el profesor.

Uno de los estudios anteriores sobre relación entre el consumo de pescado y el cerebro, publicado en Nature Communications, centrado en el estudio de jóvenes que se encontraban en situación de riesgo de padecer esquizofrenia psiquiátrica, determinó que el consumo de aceite de pescado los ayudó a prevenir la aparición de esta grave enfermedad, informó el periódico inglés The Mirror.

En otro estudio, un equipo de científicos de la Universidad de California en San Francisco encontró que con una dieta rica en pescados grasos se pueden reducir los factores de riesgo más comunes para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, un trastorno cerebral irreversible y progresivo que destruye la memoria y las habilidades de pensamiento.

Estos científicos determinaron los nueve factores de alto riesgo después de examinar 300 estudios, y al hacerlo descubrieron también que la mejor manera de proteger el cerebro era comiendo sano. Por eso, el equipo de investigación recomendó seguir la dieta mediterránea, que es rica en pescados grasos que contienen omega-3, como el salmón, las sardinas y las anchoas.


Fuente: Fis.com

viernes, 11 de septiembre de 2015

El pez globo hallado en aguas gallegas es tóxico, pero no letal







Hay peces globo y peces globo. Se han identificado más de 350 especies distintas, de las que unas 80 son tóxicas, y la que se ha localizado estos días en Galicia, en las costas de A Coruña y de A Mariña lucense, dista mucho de pertenecer al temido género Takifugu, que contienen una elevada concentración de una toxina con capacidad para matar hasta 30 personas.

El Lagocephalus lagocephalus hallado en Galicia también es tóxico, pero no mata si se consume su carne. «Desde luego que se recomienda no comerlos, pero no provocan la muerte, aunque sí pueden casar daños en el hígado a largo plazo», explica el ictiólogo Rafael Bañón, que desde el año 1996 realiza un censo de las especies exóticas identificadas en la comunidad. Aunque, en realidad, el también conocido como tamboril, no está catalogado como un pez exótico. Es más, Galicia forma parte de su área de distribución natural, ya que se trata de un ejemplar de aguas templadas y cálidas que se reparte fundamentalmente por el Atlántico oeste. Hacia el norte, también se le ha visto en Francia y sus apariciones se han documentado en toda la costa española. En comunidades como Asturias hay años en los que incluso se captura con bastante frecuencia. Es raro, eso sí, ya que en aguas gallegas fue pescado por primera vez en Laxe en el 2006, y desde entonces se ha recogido en otras tres ocasiones, a las que habría que sumar las dos esta semana.

«No tiene nada de excepcional, porque está por casi todo el Atlántico y el Mediterráneo. Es nativo de nuestra zona», corrobora Bañón. Más extraordinaria fue la presencia en el 2009, en las islas Cíes, de otra especie de pez globo, el Lagocephalus laevigatus. En este caso sí se puede hablar de exótico, ya que es un pez de aguas cálidas que tiene su área de distribución en la costa africana. Galicia es el punto hacia el norte más alejado en el que se le he visto, lo que ha sido documentado por el ictiólogo Rafael Bañón.

Existe otro tipo de pez globo propio de aguas españolas, el Lagocephalus sceleratus, aunque su presencia todavía no se ha registrado en Galicia. Es originario del Índico, pero a través del canal de Suez ha llegado al Mediterráneo. El Gobierno catalán, de hecho, ha activado una alerta y ha remitido información a sus lonjas para advertir de su toxicidad. Aunque tampoco tiene la peligrosidad de los miembros del género Takifugu. Al Lagocephalus lagocephalus hallado en Galicia se le identifica por su piel sin escamas, salvo en el vientre, donde tiene pequeñas espinas en la piel que se muestran cuando se hincha. Es azul plateado por el dorso, pero blanquecino por el vientre.

 

Fuente: La Voz de Galicia

Capturan un pez globo en A Mariña y lo devuelven al mar por su toxicidad


 
 
A finales del año pasado la Generalitat recibió varios avisos alertando de la presencia de diferentes ejemplares de pez globo (fugu o fuku) en el litoral catalán. La alerta se extendió por el País Vasco y por Asturias hasta llegar a Galicia. Solo unas horas después de que ayer trascendiera la captura de un ejemplar de pez globo en Oza, dos pescadores mariñanos relataban la aventura del día en el que ellos pescaron otro ejemplar entre Cangas de Foz y Burela.

Fue el pasado 19 cuando Iván Casas y Victorino Jul disfrutaban de una jornada de pesca, en lancha y a la cacea. «Andabamos ao peixe serra. E, aínda que son afecionado á pesca e ao submarinismo, era a primeira vez que vía un exemplar de pez globo. Tiña lido e visto documentais sobre el, sabía da súa toxicidade, pero nunca vira nengún», confesaba ayer Victorino Jul, que asegura que el ejemplar, de unos cuarenta centímetros, lo capturaron casi en superficie. Lo subieron a la embarcación y fue en ese momento, quizás al sentirse atacado, cuando el animal comenzó a aumentar de tamaño, a hinchar: «Era moi bonito e acadou un tamaño similar ao dun balón de fútbol sala».

Tras tomar fotografías, ambos pescadores optaron por devolverlo al mar. Confiesan que es un ejemplar inconfundible, con textura bastante dura y alertan a los pescadores con menos experiencia sobre lo peligroso que puede resultar su consumo.

Victorino Jul reconoce que fue su primer avistamiento de un ejemplar de pez globo, pero asegura que en los últimos diez o quince años los pescadores son testigos de la llegada a la costa mariñana de otras especies de aguas más cálidas. Además de los avistamientos de escualos, cita el caso del dentón: «Dende hai uns dez anos xa se vén por aquí, principalmente no verán, cando entran correntes de augas máis cálidas». Otra especie que también se avista es el pez ballesta, de aguas tropicales y templadas.

Algunos expertos aseguran que el pez globo figura entre los vertebrados más venenosos, alegando que ciertos órganos internos, como el hígado y a veces la piel, contienen tetradotoxina o tetrogodina y son sumamente tóxicos para la mayoría de los animales que los consumen. En Japón, la carne de algunas variedades es considerada un manjar, pero debe ser preparada por chefs especialmente entrenados que saben qué parte puede ser consumida y cuánta cantidad es seguro ingerir. Y todo, para evitar intoxicaciones e incluso la muerte. Y además, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición prohíbe el consumo de las especies tóxicas de la familia fugu en restauración. El Instituto Español de Oceanografía asegura que esta especie entró en el Mediterráneo oriental por el canal de Suez y se ha establecido hasta llegar a afectar a especies autóctonas.


Fuente: La Voz de Galicia

Los invasores de la cantera fantasma






Una cantera abandonada que la lluvia convirtió en una inmensa laguna. Un silencio sepulcral. Centenares de ojos observando los movimientos de los pocos intrusos que conocen este fantasmagórico y recóndito paraje de Barro y que se atreven a visitarlo. Podría ser el inicio de una película de terror, pero son las consecuencias de la actividad industrial.
Un antiguo yacimiento de xabre en Agudelo que hace dos décadas trabajaba a pleno rendimiento es ahora una laguna en la que proliferan unos conocidos invasores de los ríos y embalses españoles, el cangrejo rojo americano.
Un rápido paseo por la orilla de este estanque, que supera el millar de metros cuadrados, basta para descubrir a varios ejemplares de este indomable crustáceo, que no duda en presentar batalla a cualquiera que se atreva a cazarlo. Sin embargo, su bravura y habilidad con su única pinza no son armas suficientes para hacer frente a sus hambrientos depredadores. Gaviotas, zorros y humanos se han especializado en la captura del cangrejo y los restos de estas encarnizadas batallas quedan patentes también en la orilla de la laguna, donde yacen los americanos más débiles.
Nadie sabe cómo han llegado a este lugar, pero se han adueñado de él. Y muchas personas lo celebran, pues son varios los vecinos que acuden a menudo al lago para tratar de hacerse con un puñado de cangrejos con los que aderezar sus arroces o preparar un variado salpicón. No obstante, otros barrenses tienen más reservas. «En esas aguas estancadas, yo no me fiaría mucho», confiesa un vecino al ser cuestionado si se atrevería a comerlos.
La presencia de estos invasores, que en otros lugares han acabado con los cangrejos de río autóctonos, ya fue puesta en conocimiento de las autoridades medioambientales de Galicia por parte del Concello. Sin embargo, el rápido despliegue de este crustáceo por toda la geografía gallega le ha servido a estos americanos para desprenderse de la etiqueta de invasores, por lo que ya no son perseguidos.
Sí que están preocupados en el Concello por la seguridad en esta vieja cantera, a la que se llega a través de un camino de tierra desde el polígono industrial de Curro. En el Concello sondean instalar una red en el perímetro, para evitar posibles caídas.


Fuente: La Voz de Galicia