domingo, 23 de julio de 2017

Pésima temporada de salmón en Asturias






La pasada semana se bajó el telón de la temporada de pesca de salmón en los ríos de Asturias. Como novedad en la normativa de 2017, del 16 al 31 de julio se podrá seguir practicando su pesca en la modalidad sin muerte, tanto en los cotos de reo como en las zonas libres. Es obligatorio hacerlo con equipo de cola de rata y utilizando una sola mosca de anzuelo simple y sin arponcillo. En los tramos compartidos con Galicia del río Eo se podrá seguir pescando con muerte y con todos los cebos hasta el 31 de julio.

La última semana se capturaron un total de 46 salmones. Solo se pudieron precintar salmones martes, miércoles, viernes y sábado, día en que finalizó el período hábil de pesca con muerte. La cifra semanal es algo inferior a los 60 que se consiguieron la temporada pasada en estos mismos días, pero superior a los 17 de 2015.

El total de capturas de la temporada asciende a 538 salmones, lo que supone el peor registro de los últimos siete años, y el tercero peor de la historia de la pesca en Asturias desde 1949. Es importante señalar, en este sentido, que las restricciones de los últimos años en cuanto a fechas y cebos hábiles para la pesca con muerte, limita mucho los ejemplares que pueden sumarse a las estadísticas anuales. Ninguno de los ríos logró mejorar sus cifras respecto a 2016, y en el cómputo general se consiguieron 603 salmones menos que en el ejercicio anterior.

La temporada se ha caracterizado por el escaso caudal que han presentado los distintos ríos que, sin duda, no ha favorecido que remontase un número superior de salmones. Pero lejos de buscar excusas y ampararse en este aspecto para justificar esta aciaga campaña, sería necesario hacer una profunda reflexión, analizar la situación y ver hacia dónde queremos que evolucione la pesca del salmón en Asturias. Todo ello sin entrar en banales discusiones sobre pesca con o sin muerte, a cebo o a mosca, etc. Todos somos pescadores y todos queremos lo mismo. Mientras, la Administración, una vez más, ni está ni se la espera, no han dado la cara en toda la temporada, como si esto no fuera con ella. Están obligados a gestionar de la mejor manera posible un recurso que no es suyo; ellos son los únicos que pueden tomar decisiones, y por ello, los mayores responsables.

Generalizando, pocos salmones han quedado en los ríos, al menos si lo comparamos con los últimos años. Aún quedan días de verano y todo el otoño para que sigan remontando ejemplares, pero las perspectivas de un buen desove, a día de hoy, no son buenas. Por ello es imprescindible que los pocos o los muchos salmones que haya en los ríos lleguen en las mejores condiciones posibles al mes de diciembre. El futuro de la especie, como cada año, depende de ello.



Fuente: La Nueva España

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